volver a verte...

•Capitulo 11•

V: Muchas gracias Esteban. *Estirando la mano*
E: Gracias a ti, es un gusto hacer negocios contigo. *Agarrando la mano de Victoria*
V: De nuevo te pido una disculpas por no avisarte que Dionisio iba a estar aquí antes...
E: No te preocupes.
D: Un gusto haberte conocido, Esteban. *Haciendo que Victoria y Esteban se soltaran de las manos. Sonando enojado*
E: Gracias a ti Dionisio.
Victoria, vamos que te llevó.

-Antes de que pusiera decir algo Dionisio hablo.-

D: No te preocupes, yo llevo a Victoria.
E: No por favor... No te preocupes yo la llevó.
D: De verdad yo la llevo. *Alterandose un poco*
V: Muchas gracias Esteban pero creo que sería más conveniente que Dionisio me lleve, la próxima será.
E: Está bien Victoria, nos mantenemos en contacto, cuídate.
V: Si Esteban, gracias. Adios.
E: Adiós.
D: Adiós Esteban.
E: Adiós, Dionisio. *En regañadientes*

-Cabe recalcar que Dionisio salió se ahí sintiendose un ganador, su cara lo demostraba.-

V: Espero que no creas que lo hice porque quería venir contigo. Solo fue porque no quería que empezará una discusión en el restaurante.
D: Si Victoria, esta bien. Vamos sube.
V: Y este carro?
D: Es mío.
V: Pero como está aquí?
D: Pedí que me lo trajeran.
V: Okey, nos vemos.
D: cual "nos vemos" tu te vienes conmigo.
V: No Dionisio, yo no voy a ir a ningún lado contigo.
D: Si que lo harás. Vamos, sube.
V: No.
D: Te llevaré a tu casa.
V: Si claro, seguro.
D: Victoria, encerio, no hay ningún taxi disponible. Vamos, sube.
V: Bueno está bien pero me llevas a mí casa.
D: Si si.

3 minutos después.

V: Dionisio este no es el camino a mí casa. A dónde me estás llevando? *Comenzando a enojarse*
D: A mí casa. Debemos hablar.
V: No, quiero ir a mí casa no a la tuya.
D: Victoria sabes bien que tenemos que hablar, debes escucharme, por favor, solo eso, si? *Mirándola a los ojos*
V: Está bien pero no tendrás mucho tiempo.

Llegan a la casa de Dionisio.

D: Pasa
V: Está bien. Solo me quedaré 5 minutos.
D: Bueno. Siéntate donde quieras.
V: Gracias.
D: De nada mí amor
V: *dirigiéndose a la puerta*
D: Victoria, Victoria, siéntate
V: Si quieres que te escuché no repitas esas dos palabras.
D: Está bien, está bien. *Acompañándola al sillón*

Una vez sentados.

V: Bien, habla.
D: Está bien...

-Estaban sentados frente a frente, cada uno en sillones individuales.-

D: Yo estaba revisando unos documentos cuando llego Isadora.
V: *le daban celos con solo escuchar ese nombre*
D: Yo no me había dado cuenta que era ella porque no me detuve a mirar quien había cruzado la puerta, como pensé que eras tu la llamé "mí amor".
Gracias a esto ella se aprovechó de la situación dejando de lado los papeles que me traía y lanzando se sobre mí para luego besarme, no paso nada de tiempo porque me pude dar cuenta de que esos labios no eran los tuyos *Victoria sonrió levemente al escuchar esto* y inmediatamente la aleje de mí, pero lastimosamente tu viste ese horrible escena unos segundos antes. Necesitaba decirte cómo fueron las cosas mí vida. Ya te puedo llamar así verdad?

V: Bueno, espero que te hallas desahogado. Pero te recuerdo que Isadora no puede pisar mí empresa.
D: Si mí vida tu no te preocupes *acercándose a ella*
V: Ajam *con dos dedos sobre la boca de el impidiendo el beso* eso no quiere decir que estén las cosas bien.
D: Pero por qué mí vida?
V: Isadora te quiere. Te quiere con ella Dionisio.
D: Y eso que? Yo no quiero a Isadora, sabes que te quiero a ti, Vicky, desde que llegué y te vi me volvió el alma al cuerpo, volví a ser yo, tu haces eso en mí, ninguna otra mujer en este mundo tiene la capacidad de calmarme, ayudarme y amarme. Solo tú. No puede ser posible que sabiendo eso no me creas...
V: Dionisio.
D: De verdad Victoria, no se ya que hacer. *Frustrado*
V: Ya ya, no te pongas mal, si te creó pero entiendeme, es muy difícil para mí sacarme esa imagen de mí cabeza.
D: Créeme que te entiendo Victoria, pero ya no puedo seguir así. Te necesito, te necesito cerca de mí. No me gusta estar mal contigo.
V: A mí tampoco me gusta estar alejada de ti... Ven. *Abriendo sus brazos*
D: *ubico su cabeza en el pecho de Victoria mientras la abrazaba*