El Defecto de mi Hermano

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Ya no le quedaban fuerzas para resistir. Charlotte lo vio todo. Sollozando como una bestia herida, Luke cerró los ojos. El eje del mundo que había construido, que había estado sosteniendo a Luke, se torció de inmediato. ¿Y si Charlotte se lo contara a su padre? ¿Qué pasaría con Chris? ¿Cómo lo mirará Charlotte a partir de ahora?

"No tienes nada de qué preocuparte, Luke".

El semen brotó de su erección, que se había endurecido al presionar contra sus entrañas. Se le puso la piel de gallina ante la sensación del semen fluyendo a través de la abertura de su útero, llenando su pared interior. Froté sus mejillas sudorosas y llorosas contra la sábana. Todo el cuerpo de Luke comenzó a temblar. En el transcurso de varias horas, su cuerpo se abrió para recibir a Chris, aceptando voluntariamente la sensación del nudo. Sintió que su estómago estaba lleno de semen.

El Alfa durante su ciclo de Rut era más tenaz de lo que había oído. Luke se desvaneció una o dos veces más después de eso. A diferencia de Luke, quien se desmayó brevemente y se durmió, Chris se quedó dormido cuando comenzó a preocuparse por el estado de Luke.

Era de mañana después de mucho tiempo. La luz del sol se filtraba sutilmente a través de las largas ventanas de arquitectura gótica. Después de confirmar su respiración débil pero regular, Luke se levantó lentamente de la cama. Le dolían los músculos y la piel le ardía. Ningún sonido parecía poder salir de su garganta. Todo su cuerpo fue llevado al límite, estaba cubierto con las marcas de Chris.

Luke pensó que podía oler el aroma de Chris. Ignorando la sensación indescriptible que llevó a ese hecho, Luke tomó la bata de casa de Chris. Mirando su traje esparcido por el suelo, lentamente se puso la bata. Parecía encajar perfectamente, pero era un poco demasiado espaciosa.

Luke miró inexpresivamente por un momento a Chris, quien dormía con una expresión tranquila. Si todavía tuviera la capacidad de pensar con sentido común, debería haber sentido algo parecido al odio hacia Chris. Debía estar resentido y furioso.

Por supuesto que estaba enojado. Una combinación de emociones enloquecedoras y desesperación por una situación que nunca imaginó lo estaban consumiendo. Pero Luke no podía decidirse a odiar a Chris por ser lo que era. Fue casi asombroso.

Reprimiendo el rugido de su estómago, Luke salió silenciosamente de la habitación. No había nadie en el pasillo. La mansión estaba en silencio como si estuviera dormida. A pesar de que debía haber sido mediodía. ¿Qué había pasado con Charlotte? ¿Todos los que lo rodeaban ya sabían sobre esto?

Con cada paso que daba, el semen salía de su orificio hinchado. Algunas gotas de semen corrieron por sus muslos, sus pantorrillas y tobillos, hasta llegar al suelo del pasillo. Su nuca se sentía dolorida.. Se avergonzó, pero Luke logró regresar a su habitación con una expresión de dolor en su rostro.

Luke cerró la puerta como si se estuviera escondiendo, se derrumbó en el suelo y vomitó. Su estómago parecía estar lleno de semen. Podría estar realmente embarazado. Luke no tuvo un ciclo de celo, pero había una alta probabilidad de que quedara embarazado porque Chris eyaculó sin condón en su útero, ni siquiera podía adivinar cuántas veces fueron.

Por supuesto, existía la posibilidad de que Luke fuera infértil porque era un Omega defectuoso que ni siquiera podía adaptarse a su ciclo de celo correctamente. Pero ayer Luke sintió y lloró debajo de Chris. Fue sorprendente y aterrador saber que su rasgo olvidado desde hace mucho tiempo se refrescó de esa manera. Luke era un Omega. Por supuesto, la persona que se dio cuenta de ese hecho fue Chris.

Luke, que se frotó la cara con sudor y lágrimas, se dirigió al baño. El semen que llenaba su interior continuaba goteando incluso mientras se rascaba y rascaba una y otra vez. Lavándose el cuerpo con fuerza como para eliminar el olor de Chris, Luke se miró en el espejo y logró organizar sus pensamientos.