Alika la desesperada

La desesperación personificada.

En esa mansión habitaban dos personas. Una de ellas es Alika, es una niña de 11 años. Es un poco tímida, amable, juguetona, curiosa, melancólica, inteligente, sincera y sonriente. A pesar de parecer muy alegre ella tuvo un pasado muy trágico, sangriento y doloroso que le es difícil de mencionar, llamándose a si misma la desesperación personificada.
Su cabello es de color naranja casi oscuro y las puntas más claras, recogiéndoselo en una trenza. Sus ojos son azules profundos como el mar con un leve destello. Usualmente viste con una camiseta roja y un overol rosa junto con unas zapatillas rosas. Es una demonio que no había manifestado algún poder el cual debió recibirlo a los 5 años. Ella quería llevarse bien con los humanos pero Liu no se lo permite. Su relación con el es de amigos aunque algo retorcida.
Ella era hija de un sacerdote muy ambicioso pero que aún así era buena persona, inevitablemente llegó a sus oídos el rumor de que el demonio homicida definitivo estaba matando gente y fue en su búsqueda. Tristemente en su camino un demonio lo mató y envió la cabeza del sacerdote en una caja. Esto dejo a todos en el templo atónitos y muy triste a Yule, la madre de Alika. La niña no sabía muy bien que estaba pasando ya que solo tenía 3 años. A pesar de las tragedias que sucedían en ese templo, Yule siempre cuidó con mucho amor a la pequeña Alika dándole una vida feliz. Yule era una sacerdotisa la cual le contaba historias sobre los demonios y entre esas historias estaba la del demonio homicida definitivo. Tres años después Yule fue acusada de asesinato, lo cual era mentira ya que los aldeanos querían que ella acabará prisionera porque pensaban que ella era la que traía las desgracias y tragedias. Primero querían llevarse a Yule, luego quemar a Alika como sacrificio en frente de su madre mientras la golpeaban y apuñalaban. Alika al enterarse del plan estaba muy furiosa pero también tenía miedo mientras su madre estaba desesperada. Sin embargo, Yule hizo un pacto con un demonio que trataba de que el demonio las refugiaria en una mansión abandonada para no ser asesinadas. Pero a cambio el demonio pidió que cuando la niña cumpliera 11 años, el 17 de febrero se llevaría a Yule como esclava al infierno. Y eso hizo, cumplió con su palabra sin un solo fallo. Ese día fue cuando conoció a Liu, pero ella aún no sabía que él sería la persona que el destino le dio a cambio de llevarse lo único que tenía en este mundo, el amor de su madre.