CHAPTER FIVE
kinslayer
(año 111 d.C)
Los pasadizos de Maegor, como lo esperaba Rhaegar, eran su silencioso y frío laberintico habitual. Una antorcha en su mano no fue suficiente alivio para Laenor, quien estaba destinado al aire libre de los cielos y las mareas cambiantes por la combinación de la sangre Velaryon y Targaryen; no a una oscura, pequeña y taciturna caverna de piedra como eran los pasadizos de la Fortaleza.
—¿Crees que esto es una buena idea? —murmuró Laenor, siguiéndolo de cerca. Ambos giraron una de las esquinas y descendieron por el pasadizo, el fuego de la antorcha iluminaba los escalones bajo sus pies—. No es mejor, no sé ¿Entrar al consejo como personas normales? Eres el príncipe heredero, tu padre no te lo puede negar.
—El Rey ya me negó la entrada, primo. —Rhaegar le recordó, con una sonrisita sarcástica—. Sólo porque no quise cumplir con la fantasía de La Mano de que un príncipe Targaryen le pidiera disculpas por algo. Prefiero hacerme un dracarys antes de doblar la rodilla frente a ese hombre.
—Tu orgullo te comerá vivo algún día.
—Ese día no es hoy.
Cual sea la respuesta que Laenor estaba planeando espetarle de forma grosera; murió en sus labios apenas se detuvieron frente a la pared de uno de los lados laterales de las cámaras del consejo privado. Rhaegar le tendió la antorcha sin mirarlo y se acercó a la grieta de esa pared, analizando a las figuras sentadas a la mesa.
Él contabilizó: Lord Strong, La Mano, Lord Corlys, Gran Maestre Mellos (y si Rhaegar tuvo que tragarse un gruñido de disgusto por su presencia, eso sólo lo sabría Laenor), Lord Beesbury, el asiento vacío de Daemon, uno honorario para Lord Stark y el Rey, en la cabeza. Ser Ryam a un lado de su padre, Rhaenyra de copero.
¿De verdad? ¿No había trascurrido una luna entera desde la perdida de madre y el Rey ya tenía a su hermana sirviéndole vino a esa corte codiciosa? Rhaegar quería hacerse notar sólo para abofetearlo por su descaro. Rhaenyra tenía todo a su favor si decidía darse un tiempo, por el luto establecido de seis lunas para la Reina Aemma. Los Lores tampoco extrañarían la presencia de Rhaenyra; a menos que quisieran vino, claro, porque ni para aquello podían hacer el mínimo esfuerzo de levantarse y servirse con sus propias manos.
—Majestad —dijo La Mano. El solo escuchar su voz sacó una mueca en la cara de Rhaegar, que hizo reír silenciosamente a Laenor—. Sé que esto es lo que menos que quiere discutir a tan poco tiempo de la muerte de la Reina, pero es de vital importancia.
Las manos de Rhaenyra temblaron un poco mientras sostenía la jarra de vino; aunque ella fue el dragón inteligente de siempre y lo ocultó bastante bien de las caras estupefactas de los Lores, que miraban el descaro de La Mano. Sin embargo, Rhaegar agradeció no estar allí adentro, porque de seguro le habría saltado encima al hombre de Antigua con Blackfyre en mano.
No sabía cómo habría arrebatado la daga del Conquistador de la cadera del Rey; pero sucedería, con tal de sacarle sangre a esa maldita serpiente por desatar su lengua a tan poco del aniversario post muerte de madre.
—¿Qué asunto?
—La sucesión.
Rhaegar se tensó. La mano de Laenor buscó la suya entre la oscuridad; una muestra de apoyo que lo hizo temblar. Un silencio de muerte recorrió la cámara del consejo ante aquella insinuación de traición. Lord Corlys levantó la mirada de su copa de vino, quitándole a Rhaenyra la atención de encima cuando ella tropezó contra la silla de Lord Beesbury, sacada de juego por las palabras de Lord Mano.
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LOVER, HUNTER, FRIEND AND ENEMY ━━ house of the dragon
Fanfiction❝nothing's fair in love and war.❞ house of the dragon fanfiction daemon targaryen x male!oc a song of ice and fire universe cover by @-reelle [ andy © 2022 ]