Chapter 4

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Acabó de vestirse, tenía que caminar del baño a su habitación para dejar la toalla en su lugar, corrió lo mas que pudo tratando de no ser vista y gracias a la habilidad obtenido ya desde hace años no iba a ser un problema. Tampoco le importaba ser vista por gente del barco, si podía evitarlo mejor, sin embargo su objetivo no era otra persona, había una persona en especial de la que sí temía ser vista de cualquier forma, y todo resultaba demasiado raro sabiendo de quién se trataba.

— Aparentas bastante agitada a pesar de salir de la ducha.

— Sólo estoy cansada, hoy a sido un día duro.

— Entiendo, aún necesitas descansar, esta mañana casi lloramos tu pérdida.

— Descansaría mejor si no sonrieras tan tenebrosamente mientras dices eso. — Como siempre, las expresiones de su amiga no combinaban para nada con sus palabras.

— Fufu, sin embargo lo digo enserio, llevas rara desde que esos mismos hombres te atacaron, no veo ninguna reaccion exagerada como la que tuvo Usopp, sin embargo ¿Estas segura de que no te afectó?

Retomó las palabras de Robin, no podía negar que era cierto, no pasó nada raro ni sintió realmente nada extraño cualquiera se levantó de la cama, y no sabía a cierta silencia si los delincuentes la habían llegado a lanzar algo. Todo aquello realmente se tomó nada más sentir la presencia de cierto chico, cierto chico del cual no tuvo conciencia propia nada mas volverlo a ver a los ojos.

— Tengo que ir a hablar con Usopp.

Abrió la puerta y salió corriendo antes de que la morena pudiese al menos ofrecerse a acompañarla.

No faltaba mucho para la hora de la cena, era imposible que Sanji estuviera fuera de la cocina en estos momentos por lo que aprovechó en infiltrarse en los alrededores serca de la habitación de los chicos, donde se encontró a Zoro haciendo guardia.

— ¿Como está Usopp? Necesito hablar con él.

— ¿Mmh? No es cómo si fuera peligroso, pero se le nota un poco perdido.

— Voy a entrar.

Zoro no se opuso, era cosa de la peli roja estar en la habitación de un hombre al cual le faltaba medio cerebro. De todos modos ella podía darle una paliza cuando quisiese.

Entró y vió a su amigo tumbado en una de las camas aparentemente deprimido, hasta que el ruido de sus pasos le hizo prestar atención.

— ¡¿Nami!? ¡Que alegría ver a alguien, por mucho que seas tú!

— ¿¡Que quiere decir eso, idiota!?

— Perdón, perdón, dile a Zoro que me deje salir de aquí porfavor, me portaré bien. — Se arrodilló en suplica hacía la navegante.

— Penoso. — Se clavó una flecha directo a Usopp. — He venido a preguntarte algo.

— Afectas mi orgullo y encima tienes el descaro de venir sólo a pedirme algo, eres horrible Nami. — Recibió un duro golpe en la cabeza. — Soy todo oídos.

— ¿Podrías repetir lo que sentiste cuando viste a Chopper? Cuando ocurrió todo eso quiero decir.

El narizón se puso serio, sabía el drama que les había hecho pasar y que probablemente su amigo ahora mismo le tenía miedo.

— No estoy para nada orgulloso de hablar de esto la verdad, pero supongo que es necesario. — Suspiró avergonzado. — Al principio fue como si unos pensamientos rodearan de golpe mi cabeza y sin darme cuenta no podía separarlo de mí. — Se disculpó para dentro con Chopper — Se transformó cómo un apego ansioso, cómo si fuera estar enamorado.

Hechizo | SanNaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora