•Dos Vidas En Una• Maitake

Capítulo 4

–2 días antes del concierto–

Un continuo sonido interrumpió su tranquila velada que había conseguido. Puso la almohada cubriendo su cara sintiendo el lado frío mientras estira su brazo intentando encontrar el objeto que perturba su momento especial. Encuentra el objeto para dignarse a abrir sus ojos y  prestarle atención a lo que indicaba la pantalla.

"6:35 AM"

"Llamada perdida de Chifuyu"

Debió dejar su teléfono en silencio.
¿Que quería hablar Chifuyu?

No, lo más importante era

¿Desde cuándo Chifuyu se levanta a esta hora?

Volvió a marcar el número de su mejor amigo, la línea seguía timbrando, hasta que escuchó la voz del contrario por el altavoz.

–¡Takemichi!–parece que usa su usual tono de regaño, internamente desea que sea todo lo contrario. Saludó a su amigo y pregunta por su llamada.

–Quería disculparme por lo de ayer. Se que...

¿Ayer? ¿Qué pasó ayer? Una vez más su memoria le jugó una mala pasada. Bien, recuerda perfectamente ayer por la noche su charla con sus dos compañeros, Mikey, Draken y ¡a eso se refería! cuando fue a su casa. Se colocó una mano sobre su frente con pesadez, a veces Chifuyu se tomaba las cosas muy en serio.

–Chifuyu, no te preocupes. No me afecta en nada, estoy acostumbrado.

Estar en Black Dragons fue un reto al inicio, Wakasa les enseño de todo para no cometer los errores de su generación. Un par de palabras no lo afectaría, además tenía preocupaciones más grandes con la prensa que para seguirle el royo a unos cuantos.

–¿Acostumbrado?

Se le había olvidado que Chifuyu no sabía nada.

–Q-quiero decir.–intentó hacer una excusa–Mucha gente opina lo mismo por redes sociales, es normal ese desprecio.–dicen rápidamente sin medir sus palabras. La voz a través de la línea se mantenía en silencio.

–Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, ¿verdad?–sus palabras se mezclan con su preocupación. Takemichi suspira y sonríe agradecido de tener a alguien como Chifuyu a su lado.

–Claro que sí. Lo aprecio mucho.– dice mientras una calidez se expande alrededor de su pecho.–Pero necesito dormir, así que luego hablamos.–Escucha una risa para luego despedirse y colgar.

Se metió bajo sus sábanas donde salió un suspiro largo. Hoy Wakasa solicitó la presencia de la mayoría de la disquera, se hablaría sobre el acoso por parte de la presa que han observado. De paso que verifiquen si es que hay la posibilidad de algún infiltrado.

Bien, dormiría un poco más, luego iría junto con Inupi y Koko a su destino.

Ojalá todo salga bien.

— ○ ● ○ —

Para este momento las ganas de salir por una ventana fueron únicas, en comparación a otras veces.

Se preguntaran ¿por qué? Fácil, Wakasa estaba molesto.

Se encontraban en la sala de conferencias del edificio alrededor de 10 personas estaban a punto de desesperarse. Las grabaciones de las cámaras de seguridad mostraron a varios sujetos con rostros tapados y gafas de sol siguiendo a diferentes trabajadores, diferentes días, diferentes horas.

–Esto es un problema.–dijo uno de los directivos.

Una cosa es seguirlos a escondidas en lugares públicos con disimulo, pero otra es investigar quienes eran sus trabajadores y perseguirlos hasta llegar a sus domicilios personales e espiarlos hasta que volvían al edificio, es una falta de respeto para ellos y a lo que hacen.