15: La hora

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Mason estaba durmiendo junto con Kai, aunque sintió un leve dolor, el cual poco a poco se intensificaba.

—Amor —llama a Kai. Este se remueve un poco y lo mira entredormido—. Amor, amor —repite Mason.

—¿Mmm? —murmura Kai—. ¿Qué pasa? —le pregunta al verlo sollozando del dolor.

—M-me duele —susurra Mason y gime de dolor.

—¿Qué? —susurra Kai.

—M-me duele mucho —solloza Mason agarrando su vientre.

—Dale, vamos al hospital —susurra Kai y se van al auto, mientras Mason sollozaba cada vez más fuerte.

Llegan y entran.

—K-Kai —gime de dolor Mount, sintiendo como se lo llevaban, y no lo dejaban pasar.

Kai suspira. Jack se acerca y lo abraza. Había ido lo más rápido posible. El alemán se tapa la cara.

—Kai —lo llama Jack. Este, al verlo, lo abraza. El inglés le corresponde—. ¿Y Mase? —pregunta.

—Está por tener a Rose —susurra Kai mordiéndose el labio—. Quería que me dejaran pasar pero no...

—Tranquilo, todo estará bien —le asegura Jack.

Luego de dos horas bastante largas, que para Kai fueron 2 semanas de lo lentas que pasaron, se acercó el médico.

—Buenas —dice.

Kai, aún caminando de un lado a otro, lo mira.

—¿Cómo están? —le pregunta.

—Mal —responde el médico.

—¡¿Qué?! —grita Havertz.

—Están mal, porque quieren verte y me mandaron a buscarte —se ríe el médico.

Kai lo mira mal y luego suspira aliviado.

—¡Marcos, no lo asustes así! —se ríe Felipe, el novio del médico, asustando a Kai por aparecer de repente.

—La puta madre —bufa Kai.

—En fin, ¿vamos? —Marcos y Kai empieza a caminar—. Mason fue peor que Pedri, literalmente, ¿cómo es posible que le tenga terror a las agujas?

—¿Qué hiciste y qué hizo él? —le pregunta Kai.

—Bueno, se nos complicó entre los gritos de Mason por el dolor y por haber visto la aguja; hasta cierto punto fue gracioso —dice Marcos.

Kai lo mira mal por decir que fue gracioso.

—Vos imaginatelo, llorando del dolor, pero gritando del susto al ver la aguja que no pasaba de 5 cm, al final la tuvimos que esconder y se la logramos poner, aunque antes tuvimos que decirle que si no cooperaba vos te ibas lejos, fue fácil —dice Marcos—. Así que ahora está asustado, calmalo vos. —Señala la habitación.

Kai asiente y entra lentamente.

—¿Amor? —susurra acercándose.

—¡Kai! —susurra Mason haciendo puchero—. No te fuiste.

—Nunca me voy a ir, mi vida. —Kai entrelaza sus manos y le da un pico.

—Marcos me dijo que te ibas a ir lejos —dice Mason aún haciendo puchero.

Kai lo besa y luego lo abraza suavemente.

—Lo dijo para que cooperaras, nunca me voy a ir.

Una vida a tu lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora