Capítulo 2: La cita.

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Hoy tenía la cita con el brodersito este, depués del colegio. Así que tenía que poneme mamix y toa' la cosa pa quel tipo quede impactao. Ojalá me pida la qk pa negásela, JEJE.

Me levanté a las seis de la mañana, ya que el colegio lo tengo a pata e mingo, ahí cerquita. A dos cuadras de mi casa está. Me medio bañé con agua del tambor del patio, QUÉ MIERDA MÁS FRÍA.

Al terminar mi baño ice challenge, tenía tres días sin bañame porque que paja, chiamo, me eché cremita por todo el body, me eché desodorante, y me cepillé por cinco minutos. Prendí la plancha y me medio alisé el cabello, me quedó bababita, weón. Me quedó bien bonitico el cabello. Me vestí, me sampé tres arepas con queso y jamón, y me cepillé otra vez. Todo sea por tené buen aliento pa' conquista' al Larry. Me fui pa mi cuarto a echáme el make-up en toa' la cara. Quedé brutal. Me eché rimer, base, un porvo compacto ahí número 29, y una pintura fosforescente anaranjada en los labios. ¡LLEGÓ TU DIOSA! -Inserte tonito a lo “cuerpo y alma” de la Diosa Canales, mi bella ídola- Me metí un poquito e' relleno en el sostén, y taba ready.

Yo siempre me voy con la Yuliseisky pal' colegio porque ella vive al lao' mío. En el camino le conté todo lo del Larry, sin ningún pelito en la lengüa.

— ¡Marica, qué envidia! Yo quiero un viejo sabroso que me pulle y tenga real... —Me dijo la Yuliseisky agarrándose las tetas.

— Si eres marica, Yuliseisky Ramona, tas pasá. Yo no le doy el culo a ese viejo... —Dije con voz de militara, fuerte y bien imponente— Lo voy es a engatusá pa que crea que le voy a dá culo, y en esa le saco los reales. El cashhhh. —Ambas nos empezamos a reír como locas y hablando que el Larry no taba tan feo. En lo que una voz chillona nos interrumpe.

— Quién fuera cereal pa llenate e' leche la cuchara, mamasita rika —Dijo con voz de niño de ocho años cagando y con hipo.

— Qué problema contigo, Wisin Yandel Rojertson —Dije de forma odiosa y rodé los ojos. Wisin Yandel es un chamo que estudia en mi salón que se la pasa atacandome, pero yo no le paro porque es demasiado equis para mí, y es más cara de caraota. Tiene aparatos rosados con verde, la cara llena de espinillas, siempre llega con un pedazo de sarchichón metió entre los aparatos maricones esos, tiene el cabello que ni es chicha ni es limonada de un color mierda, es tan negro que en la oscuridad sólo le ves los dientes y los ojos. Y tiene una cara de violador que no se la quita nadie.

— Mi vida, cómprame algo. Te vendo siete doritos por 100 Bolos... o todito yo... por nada —Me dijo el bichito ese, que de paso es bachaquero.

— Asco —Dijimos Yuliseisky y yo al mismo tiempo. Lo ignoramos y lo dejamos atrás. Llegamos al colegio y tuvimos nuestras clases como siempre.

La mañana estuve burda e' nerviosa, pensando en la cita con el Larry. ¿y si no le gusto? ¿Y si no es quién sale en la foto? ¿Y si me mintió? ¿Y si es una tipa? ¿Y si es bisexual? ¿y si me gusta? Ay, no, sufro.

A las doce sonó la camapana y to' el mundo cojió pa su casa, excepto yo, no pude ir directo pa la cita porque me entraron tremendas ganas de cagar que bueno pues, era diarrea lo que me dio, bello. Me vale mierda, nojoda, pero yo voy pa mi cita. Me medio limpié el culo con las cinco cervilletas que encontré, y me fui pal espejo, me vi bien sexy y me eché más pintura fosforescente, Marico, me veía bestial, me parecía a la Demi Lovato en Nion Lais.
Salí volando de ahí y llega al puesto de Pita el chichero. Busqué con la mirada pa' ve si encontraba al man este y nada. Hasta que lo veo sentao' de espalda y me acerco con cuidao pa susurrale en el oído: — Papi, quien fuera albitro pa solpate ese pito. —En eso el tipo se voltea y me sonríe. Chama, nawara, esa verruga se le ve sexosa.

— Hola, mami rika —Me dijo el Larry, poniéndose de pie— Ujum, tas como pa mamáte la lengua —Se mordió los labios y luego se los relamió como diez veces... eso se vio sexy.

— Gracias, papi. ¿y mi chicha? —Pregunté, mientras me sentaba al frente de Larry Roberto Antonis.

— Pide la que quieras mami, sin pena que lo que cargo es billete —Me dijo el bichito, yo sonreí bien japy porque tenía una hambre. El estómago me rugía, me hacía grrr, miaaau, kikiriki y todas las omomatopeyas existentes.

— Pita, mi vida. Dame una chicha de 100 bolos —Le grité al pita que empezó a llenarme el vaso de chicha.

— ¿Qué le echo mi reina hermosa? —Me preguntó el Pita.

— Yo quiero toa' vaina —Le grité— Échale canela, chispas de colores, arequipe, chocolate y un poquito de maíz —Exigí.

— ¿Le echo un poquitico de galleta de avena y mamón? —Me preguntó el Pita.

— ¿Tú eres loco? Qtpza, yo soy fitness —Dije mientras me entregaba mi chicha ya echa. Me sonrió pero yo lo ignoré. Me volví hacia mi viejo— Gracias rey —Le dije mientras chupaba de la pajilla de la mamarra e' pote que me dio el Pita.

— De nada, mamix —Dijo el Larry— Ah, mami, te traje algo que te va a gustar —Sonrió mientras se paraba, se rascó las bolas y se agachó pa' sacá una caja de zapatos sniquers de debajo de la mesa— Toma, bebé.

— ¿Qué es esto, papi? —Pregunté sonriendo de oreja a oreja. Él me hizo una seña pa' que lo abriera y eso hice. Adentro había una hallaca y una invitación— Ahhh, ¿CÓMO SABES QUE ME GUSTAN LAS HALLACAS? —Pregunté a gritos.

— Es que a to' el mundo le gustan, mami —Me dijo, mientras se sacaba un moco. Bicho pa asqueroso... aunque algo sexy.

— ¿Y esta invitación? —Pregunté mientras lo veías jugar con su sexy moco.

— Pa que vayas a los quince años bestiales de una sobrina mía... pa que vayas conmigo... ¿quieres mamix? —Preguntó él, ofreciéndome la mano con la que se había sacao' el moco. Yo la tomé y acepté.

— Claro que sí, mi gordo —Sonreí bien grande y feliz. En eso me dio un dolor fuerte de barriga— Ay, Larry Roberto Antonis, me estoy muriendo del hambre, brindame unas arepitas ahí —Sugerí buen muerta de hambre.

— ¡Cómo no, mi amor! Por ti todo —Dijo levantándose de su asiento y pagando las chichas. Yo le dí la espalda a la mesa y me adelanté un poco en lo que él me grita— ¡Mamix, mi vida! ¿QUÉ TE PASO EN EL CULO? —Sus ojos se abrieron como plato. A lo mejor la florescencia me lo hace ver mas grande, yess.

— ¿Qué, papi? ¿Te gusta lo que ves? —Pregunté girándome hacia él con una pícara sonrisa.

— ¡ES QUE TIENES UNA ENORME MANCHA ROJA EN EL CULO! ¿EN QUÉ TE SENTASTE? —Preguntó él, gritando, haciendo que todo el que pasara nos viera.

Alto.

Mierda. MiERDA. MIEEEERDA. ¿Me vino la regla? ¡DIOSSSS, NOOOO! Y YO SIN MODES. Y AHORA QUÉ. Vergación. Y el pantalón blanco.

— Mamix, ¿qué tienes? —Preguntó to' alarmao.

VERGA. ¿QUÉ HAGO AHORA?

N/A: Holoo. ¿Qué tal este capítulito? Si lea dio risita me dicen. Quiero agradecer a mi amigo @fernandomrm por darme la idea de la regla xD. Eso. Gracias.

Bitácora de LloloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora