Bitácora de Llolo

Capítulo 3: Enfrentándose.

N/A: Bueeeno, holaaa. Ha pasado mucho tiempo, lo sé. Siento que estoy hablando sola. Bueno, esta es la cuestión, no publico esto desde no sé hace como tres o cuatro años. La cuestión es que empezaré a actualizar más esta novela toda loca que creé cuando era súper joven con mis amigos. Ahora tengo 18 y bueno, ha pasado tiempo. Dejaré este cap y si recibo votos y comentarios seguiré subiendo, es para saber si alguien lee este intento de comedia. Bueno, besos. Disfruten la lectura. Los adoraaa, Utopía.

Llolo's POV

Salí corriendo de ese lugar, sin decir palabra alguna. No tuve tiempo de explicarle nada a Antonis. Dios, qué burla. Me paré a respirar en un callejón, verga, esto de correr no es lo mío.  Si alguien del liceo se entera estoy perdida. Sentí un flash dirigido hacia mí y sentí como toda la sangre se me iba a los cachetes, era la perra de Daniela Pérez, m i e r d a.
Daniela era la chama más buena de mi salón, también era como la más puta pues, la caraja iba a una fiesta y se zampaba a trece. La chama era la “más deseada” por decirlo así. Era una caraja morena con el pelo amarillo pollito mal teñido, unos aparatos rosados kike muy caros que le trajeron de Dubai -puraaa paja- y tenía unas tetas mas grandes que la cabeza pero tenía un defecto: tenía el culo chupao.
La vaina es que la carajita esa me tenía rabia porque Wisin Yandel estaba enamorao de mí y ella siempre había estado enamorada de él pero él no le para a porque estaba pendiente de esta Diosa divina y deliciosa llamada Llolo, jeje.

Bueno, chamo, yo estaba que pegaba una sola carrera pero me dije a mí misma: "Mi misma, enfrenta a esa perra". Era mi momento. Caminé hacia la caraja esa y la empujé.

– ¿qué es lo que te pasa a ti, becerra? Pa qué me tomas fotos? Te gusto o qlq? –La volví a empujar y a la caraja se le cayó el Vtelca para el suelo. Me vio con una cara de perra en celo que no tiene precio.

– Estúpida, mi teléfono, idiota –Me empujó y se agachó para recoger su celular, ahí aproveché y le metí tronco e patada en las nalgas flácidas esas. La caraja cayó de boca y escuché como chocaba con el piso.

Me sentí victoriosa, soy perrísima. Jamás pensé hacer eso. Aunque estaba de número cuatro en mi lista de cosas que podrían suceder antes de los quince años. La quinta era quedar embarazada, pero sigo virgen chamo. Yo me respeto, sólo me perturbo y ya.

– Menopistedaboda –Daniela habló en un lenguaje que yo no entendí, no sé si me estaba echando una maldicion egipcia o kcyo, será que el golpe le dio una contusion?

– ¿qué estás hablando tú, loca? –Marico, yo creo que esta tipa me está haciendo un vudú loco ahí. La caraja se volteó y tenía la boca llena de sangre y le faltaban dos dientes. Vergaa, le rompí la boca. No, chamo, yo no fui. No, chamo, sí fui yo. Marico, qué hiceee? Yo me voy a hacer la winnie pooh– Chao contigo, chama, anda al odontólogo, yo tengo que ir a comprarme un vestido porque el viernes tengo unos quince. Gurbai.