Final

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Dejé el dinero sobre la barra, y una ovación resonó en el aire.

—Eso es noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve. —Joss miró a Off— ¿Estás listo para hacer esto? —Pero Off vaciló, dándome una mirada preocupada de último momento.

—Gunnie, si no quieres que yo...

—No, —dije con una sonrisa. Mis manos descansaban sobre mi vientre embarazado, acunándolo suavemente—. Toma la cerveza, Off. Mi hombre se lo ha ganado.

Off se hizo eco de mi risa mientras se agachaba para besarme, luego golpeó el dinero en la barra. Sonó otra ovación cuando Nicky sacó dos botellas heladas de la cerveza especial de Joss: A Lager of Love, la llamaban. Cuando vi mi arte en la etiqueta, no pude evitar sentir orgullo.

Off había insistido en usar mi pieza con los dos amantes tomados de la mano al atardecer para elaborar la etiqueta de la cerveza y los materiales promocionales. Fue mi primer encargo como artista de verdad, pero no el último. Joss y Off ya me habían encargado nuevas piezas para una IPA, una rubia blanca y una cerveza de trigo, y conociéndoles, tenían planes aún más grandes de expansión en el futuro.

Nicky abrió las tapas de ambas cervezas y se las entregó a Joss y Off.

—Y eso hace que cien mil botellas de Lager of Love se vendan hasta la fecha. ¡Felicidades, muchachos!

Joss y Off tintinearon botellas juntos y tomaron simultaneo tragos de celebración. Parecía que la mitad de la ciudad se había metido en la cervecería ese día para animarlos por todo el nuevo éxito de Big Hops Brewery.

Expansión: de eso se trataba hoy. Lager of Love fue un éxito en todos los estados, y la próxima semana enviarían sus primeros pedidos internacionales. Para sorpresa de nadie, el ex socio de Joss en la cervecería incluso había llamado desde Cabo para preguntar sobre la posibilidad de volver a comprar. Para crédito de Joss, había dejado que Hank volviera a comprar acciones en el lugar, a casi cinco veces el precio por acción que Hank había vendido.

¿En cuanto a Off y yo? Estábamos felices, sanos y todavía locamente enamorados, lo cual era bueno, porque tenía que hacer un pop cualquier día. Habíamos pasado la noche de antes haciendo el amor gentilmente. En las horas posteriores, justo antes de que nos quedáramos dormidos, Off me había abrazado, sintiendo al bebé patear bajo su mano y revisando nuestras opciones de nombre por última vez.

—¿Cómo está la pequeña bebé Nicolette?, —Preguntó Off, rodeándome con el brazo mientras Joss se movía a través de la multitud para mezclarse y comenzar la fiesta.

—No la llamaremos así. —Me reí mientras miraba a Nicky, que tiraba de su novio motero alfa por encima de la barra para lo que estaba lejos de ser su primera sesión de besos desordenada de la noche— Nicky comenzará a pensar que la llamamos así por él. Le iba directo a la cabeza.

—Aw, maldición. No pensé en eso. ¿Qué hay de... hmm? ¿Podemos darle uno de esos nombres de género neutral? Aspen o Addison o, no lo sé. ¿Quinn o algo así?

—Deja de preocuparte por eso. —Moví mis labios contra los suyos con dulzura—. Tengo la sensación de que cuando la veamos, lo sabremos.

Al final resultó que, la íbamos a ver, incluso antes de lo planeado. La gente que estaba en la Cervecería, estaba haciendo apuestas para adivinar la hora del nacimiento, comenzando a la medianoche de esa noche, y Off había comprado la primera ranura.

Cuando rompí aguas y comencé a tener contracciones en la mitad de la gran fiesta, justo en medio del brindis de Off, tuve la sensación de que podría haber acertado con la apuesta.

Omegas de Suay Village #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora