Año 1952,
¡La encontré! ¡la encontré! La encontré de nuevo, es ella, estoy seguro que era ella, jamás olvidaría su olor, su hermoso rostro, la energía que transmite, pero de nuevo la maldición que azota en ambos impidió que me quedara para siempre con ella, ¡mierda!
Redacta el erizo en su diario de campo que siempre lleva consigo con un semblante de melancolía y profunda tristeza, mientras estrella un vaso de wiski sobre la pared de aquella taberna.
Todo comenzó aquella noche en el baile real, el príncipe Sonic The Hedgehog celebraba sus 21 años, por ello es que sus padres no escatimaron en celebrar a lo grande, solo las familias reales, hechiceros, duques y caballeros estaban invitados, era una fiesta de disfraces, la entrada estaba estrictamente cuidada y solo podían entrar los que mostraban su invitación real, por lo que el erizo buscaba entrar a como fuese, sabia de las apuestas y vicios de algunos de los caballeros así que siendo un gran jugador de cartas, gano una entrada para la fiesta, sabía que ella estaría ahí, por alguna razón presentía que así seria y quería aprovechar esa oportunidad para verla de nuevo, por otro lado en el Clan de los Rose's.
¡Por caos! Amelia Rose, para de dar saltos sobre la cama. Dice su madre.
Amelia: estoy tan contenta madre, por fin, por fin volveré a ver al príncipe Sonic, estoy tan emocionada.
Pero tienes que parar o se hará tarde, ven y ponte tu disfraz no hagas esperar más el carruaje.
Amy: de acuerdo iré.
Baja y su madre se queda estupefacta luce tan hermosa con se vestido rojo con tonalidades blancas y su máscara hecha de rosas de oro.
Luces tan hermosas realmente haces que el Clan de los Rose's, no pase desapercibido.
Amelia: ok madre, pero tengo que irme, te quiero. Le da un fuerte abrazo y sube al carruaje.
Por otro lado, en otra parte el erizo anteriormente mencionado espera a que uno de los guardias que están borrachos se descuiden noquea a uno y le quita la armadura, se coloca el casco y sale con rumbo al baile.
El salón del palacio es realmente hermoso, los grandes invitados lucen sus hermosos disfraces y la música y comida sobran, de repente todo el ruido y las personas bailando se detienen el príncipe Sonic esta por ingresar al salón, este comienza a saludar a todo el mundo y todo el pueblo lo ama, ya que los ha salvado muchas veces de la destruición por hechiceros y científicos locos, Amelia llega un poco tarde pero puede divisarlo a lo lejos, trata de alcanzarlo y bailar con el pero la multitud y en general las chicas buscan estar cerca de él, Amelia se entristece, y retrocede hasta quedar en un rincón del salón.
Amelia: creo que no estaré cerca de él, solamente quiero agradecerle por aquel día que me salvo y saber si aún me recuerda, y es que...yo...siempre he estado enamorada de él. (Piensa)
