Amelia se da cuenta de lo que está haciendo ya que entro a la habitación de su caballero, sabiendo que él está en pijama.
Amelia: o no que pensarán de mi si alguno de los guardias me ve y le comenta al principio Sonic, confundirán las cosas.
Piensa alterada.
Lancelot: tiene que volver a su recámara no quiero que tenga problemas por culpa mía.
Amelia: tiene razón, espero y sus pesadillas se disipen, pero caballero las pesadillas siempre pueden superarse amando a lo que nos rodea y sabiendo eso en todo momento.
Sonríe Amelia.
Se dirige a su recamara.
A la mañana siguiente Amelia se dirige a la cocina quiere ayudarle a preparar el desayuno a la mucama Vainilla, ella y su pequeña hija habían sido tan amables con ella que lo menos que podía hacer era cocinar algo para ellas.
Vainilla: Buenos días doncella Amelia, pero que hace aquí, no puede estar en este lugar no es para usted.
Amelia: Llámame Amy, no importa quiero desayunar con ustedes y prepararles algo, por favor déjame hacerlo.
Hace una cara de súplica tan tierna que Vanilla no puede decir que no.
Vainilla: de acuerdo esperare aquí y probare su comida, pero le he de decir que si no es buena se lo hare saber. Ríe de forma cariñosa.
Amy: te prometo que te sorprenderá lo bien que cocino.
Comienza a cocinar y un olor delicioso comienza a desprenderse.
Amy: listo, pueden tomar asiento, por favor caballero Sir Lancelot puede poner la mesa.
Lancelot: claro doncella Rose, solo puedo pedirle algo puede llamarme solo Lancelot.
Amy: de acuerdo si usted me llama solo Amy.
Lancelot: creo que no, la llamare Rose.
Amy: de acuerdo, perfecto comamos, que proveche.
Todos comienzan a degustar la comida y sonríen.
Vainilla: Señorita Amy esto es realmente exquisito.
Lancelot: no esta tan mal.
Amy: oye, soy realmente buena en esto.
Termina de comer.
Amy: ¿Lancelot?
Lancelot: si, Rose.
Amy: podemos ir al pueblo quiero comprar algunos regalos para cuando regresen el príncipe y los demás.
Lancelot: claro.
Amy: iré a cambiarme por favor espérame en el carruaje.
Amy: listo, vamos.