02. Drop His Guard

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— Venga, te llevaré al calabozo y así dejamos los juegos, ¿te parece? —sugirió Jungkook, buscando hacer su trabajo más fácil y terminar con la absurda situación.

— Lo siento mucho, pero creo que eso no va a ser posible, agente... —miró hacia la placa de su pecho— Agente Jungkook —sonrió.

— ¿Ah no? —preguntó con inocencia— ¿Y eso a qué se debe si se puede saber?

— No pienso irme de aquí sin lo que he venido a buscar, de lo contrario me meteré en un buen lío y preferiría evitar esa desafortunada situación.

La mirada de Jungkook era de pura confusión. ¿En qué andaba metido ese hombre para que necesitase colarse en la comisaría? ¿Qué buscaba? Muchas preguntas viajaban a través de su mente a velocidad vertiginosa —a pesar de seguir siendo amenazado por el material de papelería enemigo— y solo había una manera de obtener respuestas.

No le estaba facilitando las cosas así que no le dejaba otra opción.

Con un rápido movimiento lanzó lejos tanto el cutter del desconocido como sus propias tijeras, los cuales hicieron un sonido metálico al chocar contra el suelo. En un abrir y cerrar de ojos el moreno consiguió cambiar posiciones y quedar sobre el cuerpo ajeno, que ahora se encontraba de cara al suelo. Jungkook llevó una de sus manos hacia el cinturón del uniforme en busca de las esposas. Mientras tanto se recostó sobre el desconocido para así facilitarse la tarea de inmovilizar sus manos con la suya libre. Jungkook cogió las esposas para después colocárselas y se inclinó hacia delante hasta alcanzar su oído.

— Si no quieres hablar por las buenas parece que va a tener que ser por las malas —susurró Jungkook sintiendo cómo se removía debajo de él en un intento inútil de liberarse.

— No le creí capaz de usarlas, no sabía que le fuesen esas cosas, agente Jungkook — emitió una suave carcajada. Parecía disfrutar diciendo su nombre y aún más con el hecho de que el moreno desconocía el suyo.

— Usaré lo que yo quiera —lo obligó a levantarse del suelo— Y no me obligues a tener que sacar la porra —lo sintió tensarse y eso le probó que efectivamente, su presencia lo ponía nervioso aunque intentase ocultarlo.

Los dos comenzaron a caminar hacia el piso de arriba y esta vez Jungkook decidió subir en ascensor ya que tenía compañía. Seguía sujetándolo por la espalda y prefirió no intercambiar palabra alguna con él. Al fin y al cabo iba a interrogarlo en unos minutos. La verja oxidada del ascensor chirrió indicando que se estaba abriendo la puerta y ambos bajaron.

— Bonito el sitio, ¿no? Muy pintoresco —dijo divertido su acompañante — Aunque está un poco desierto.

— Es más de la una de la madrugada, Sherlock —respondió Jungkook de mala gana yendo hacia el calabozo— Ni siquiera yo debería estar aquí.

— Bueno, bueno... Alguien no tuvo un buen día —lo estaba disfrutando, no como el moreno— No lo pague conmigo, agente.

— Cállate o tendré que tomar medidas que no te gustarán —gruñó el moreno de nuevo. Estaba colmando su paciencia y eso que Jungkook solía tener muy buen temperamento.

Quería ir a casa, quería dormir de una buena vez. Echaba de menos su cama.

— Uhh... Qué tentador —giró su rostro hacia Jungkook y elevó la comisura de sus labios— Una pena que alguien como tú esté del lado de los buenos.

— Entra y deja de darme el coñazo —Jungkook quitó en un suspiro sus esposas y lo empujó hacia el interior de la celda provocando que tropezase levemente. Después cerró con un golpe metálico.

Catch Me If You Can ➴ vkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora