Sentimientos

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   La noche era fría, las luciérnagas volaban sobre mí, mientras que yo estaba tendido sobre el tierno y delicado pasto del patio.

  Me la paso recordando tu hermosa silueta angelical, mientras camino de un lado a otro en la que una vez fue nuestra casa.

  Me coloco delante del espejo para ver si logro alcanzar tu reflejo conservado en su interior, pero solo consigo ver mi tétrico aspecto.

  Las nubes se compadecen de mi dolor y lloran conmigo dejando caer su lluvia de lágrimas sobre el descuidado tejado de la casa.

  El viento intenta llevarse mi dolor con su vaivén, arrebata las lágrimas que bajan lentamente sobre mi mejilla y las lleva al patio sutilmente entre las perfectas corrientes de aire, caen al suelo mientras que la tierra absorbe mi dolor sin reproche alguno.

  La casa no es la misma desde que te fuiste, la esperanza se lanzo del viejo balcón, la desesperación me da de comer decepción y de beber desilusión; el insomnio se pasea por toda la casa, mientras que el miedo me arropa por las noches frías.

  El oxigeno se fue bruscamente de este lugar, pensé que todos ellos acabarían conmigo, pero descubrí que había algo que jamás me abandono y era más fuerte que todas esas cosas juntas...era el amor.

  El amor se vistió con su armadura y espada en mano los expulso fuera de la casa, luego la esperanza regreso a casa de la mano con los sueños que se fueron con tu partida.

  El autoestima regreso con el doble de sus fuerzas para poder impulsarme a la inmensa montaña de tu belleza.

  Pero aún falta que regrese lo más importante a casa...tú. 

El diario de un adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora