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-¡Y ahora estamos aquí, en el estadio de Qatar dónde se disputará el encuentro entre Argentina y México, sin duda un partido único!-

-¡Asi es, Enrique, sin duda algo que vale la pena ver, hay varios aficionados en las gradas pero no solo de los países que hoy se enfrentan, se encuentra gente de todo el mundo, todos emocionados por ver quién será el gran ganador!-

-Pues esperemos mi querido Ramón que México de todo en este partido, aunque eso signifique sacar a Argentina-

-Pues... lo único que queda es la fé, sabemos que la gente no está feliz con Tata ni mucho menos con la selección mexicana, pero... al menos tenemos al Chucky Lozano..- El comentarista rio nervioso

-Con eso de que ahora no llamaron al Chicharito, esté partido no se ve tan fácil-

-Y mucho menos si está el grande de grandes, uno de los mejores futbolistas del mundo si no es que el mejor, Messi, a pesar de que tuvo problemas al inicio del mundial, no ha jugado nada mal-

-Esperemos que el grande de Memo Ochoa no nos fallé, después de parar aquel penal de Lewandowski nada es imposible para él-

-Pues eso esperemos mi querido Enrique, entonces vayamos a esto que está apunto de comenzar-

Toda la gente en las gradas gritaba, los jugadores de ambos equipos comenzaban a salir a la cancha, mientras se acomodaban las banderas enormes se desplegaban, dejando ver los escudos de ambas banderas.

Cuando todo se encontraba listo, comenzó a sonar el himno de la selección de Argentina, los jugadores como sus aficionados cantaban orgullosos, mientras los mexicanos callaban y trataban de mostrar el debido respeto.

Y así con la otra selección, el himno nacional de México comenzó a sonar, los jugadores y aficionados llenaron el estadio con las letras de unos de los himnos más aclamados y únicos del mundo, el verde, blanco y rojo se hacía notar, así cómo el amor por el país.

Cuando los cantos pararon, era hora de iniciar el partido más importante del día, todos se encontraban nerviosos y con todos, me refiero solo a los mexicanos.

El equipo Argentino se veía confiado, al igual que sus aficionados, y no era para menos, teniendo a uno de los mejores jugadores en la cancha.

La mayoría de los mexicanos estaban resignados, sabían que perderían, pero aún así mantenían la fé en el equipo, aún sabiendo que su técnico, El Tata, era un tremendo idiota que no dejaría que le ganarán a su país y lugar de origen, Argentina.

La selección era un desastre, sin el famoso Chicharito Hernández, el cuál era un jugador prometedor para este mundial, uno de los mejores goleadores de los últimos años, no había sido convocado, al igual que otros jugadores que le daban esperanzas al país, cómo Diego Lainez.

El partido comenzó, el primer tiempo fue rudo, pero bueno, ambos equipos jugaban bien, tan bien que no lograban vencer al otro.

Los argentinos se tiraban al suelo cada minuto, cada que un mexicano se acercaba a su portería, aunque era una estrategia para poder marcar tiros libres o penales, fue algo un tanto humillante para la gente que miraba.

Pero eso no era tan importante, al final el primer tiempo pasó, las personas trataban de relajarse, la selección mexicana estaba jugando algo... bien, pero no estaban dando todo de sí, algo que preocupaba a los aficionados.

Las apuestas comenzaban a incrementar al igual que los nervios de las personas.

El segundo tiempo comenzó, y todo pasó muy, muy rápido...

...

«Demonios, ni siquiera mis compañeros han logrado acercarse a la otra portería» Pensaba nervioso

Ganar antes de amar/ Messi x Memo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora