Ganar antes de amar/ Messi x Memo

3.

Llegamos al restaurante, aunque no era un restaurante como tal, era más bien un bar, de esos bares clandestinos dónde ni de chiste una persona reconocida iría por reputación.

Me quedé algo extrañado de que me haya traído a este lugar, pero creo que lo entiendo, es difícil que algún paparazzi te reconozca aquí, siendo que está en una calle de mala muerte.

-Entraremos por la parte de atrás..- Dijo

-Como quieras..-

Condujo hacía detrás del bar, había un hombre al parecer esperándolo, pues se acercó al automóvil tan pronto como nos vió llegar.

-Bienvenido, señor Messi...- Dijo a través de la ventana

-Hola, Jhon... cuídame el auto ¿Quieres?-

-Por supuesto, ya arreglé la mesa para ustedes, tenga por seguro que nadie lo molestará-

-De acuerdo, muchas gracias-

Messi bajó del vehículo, yo también bajé a su par, aquel hombre me miró algo extrañado y sorprendido, yo solo traté de evitarlo y de no dirigirle la mirada.

-Ya pueden pasar...- Ordenó

-Vamos, amigo, este bar te va a encantar- Dijo Messi con una amplia sonrisa

-Si, seguro que sí- Sonreí a su par

Abrieron la puerta y entramos, habían unas escaleras al lado de la puerta, el hombre nos indico que subieramos y que arriba estaba nuestra mesa.

Subimos las escaleras y llegamos a la planta de arriba, habían muy pocas mesas y una sola estaba con manteles y cubiertos.

-Creo que esa es nuestra mesa- Dijo para caminar hacía ella

Caminé detrás de el, me indicó que me sentará y así lo hice, el se sentó después para verme fijamente con una sonrisa.

-Honestamente lo último que imaginaba era a mi invitando a un portero de la selección mexicana- Rio a lo bajó carismático

-¿Si?, ¿Entonces por qué me invitaste?-

-Por... impulso, tal vez, cuando te ví en la cancha me llamaste la atención, te vez muy... interesante-

-Creo que eso no responde a mi pregunta- Reí mirándolo

-Simplemente estoy intrigado, por saber más de ti, además no hace mal hacer más amistades...-

-En eso tienes razón, a mi también me tomó por sorpresa tu invitación-

-¿Y por qué?-

-¿Hablas enserio, wey?- Suspiré -Eres uno de los mejores jugadores del mundo, no creerás que me tomé con tranquilidad el aviso de tu invitación-

-¿Acabas de decirme... wey?- Arqueó una ceja

-Uy... ¡L-lo siento!, es que es la costumbre carnal, se me sale así de pronto-

-¿Carnal?-

-Es una manera de llamar a alguien de confianza... o a alguien que acabas de conocer hace unos minutos-

-Cierto... olvidé que los mexicanos agarran confianza muy rápido-

-Un poco... igual discúlpame si te molesto, no fue mi intención llamarte así...-

-Nah, tranquilo que no me molestó para nada, es entretenido escuchar a los mexicanos decir sus palabras típicas-

-Y ya que estamos hablando de eso, creo que queda de más decir que adoró tu acento, siempre me ha gustado como hablan los argentinos-