Introducción

45 3 2
                                    

Introducción

Invierno- Primer año de preparatoria

Harriet

Solo debo insertar la carta en el casillero sin que nadie me detecte. Sé que puedo hacerlo, soy buena en todo lo que me propongo y esto no es nada de otro mundo, bueno un poco, ya que es una chica a la que estoy invitando, pero no importa. No lo pienso más e inserto la carta dentro del casillero de Rocío, la chica que me gusta.

Varias interacciones que hemos tenido me han dado indicios de que seré correspondida, mi declaración de amor hacía ella es directa y bastante explicita como para poner en duda lo que siento he incluso la invito a ir al baile de los de último año y si ella acepta aprovecharé para hacerle la pregunta del millón ¿Quieres salir conmigo? Solo espero que acepte.

La campana me despierta de mis propios pensamientos alborotadores y decido alejarme para mantenerme un poco fuera de su campo de visión.

Todos salen de sus respectivas aulas y ella aparece justo en la otra punta del pasillo, gracias a mis tacones puedo verla, ya que es algo más baja que muchos. Su pantalón cargo negro rozan el suelo y la chaqueta rosada le queda algo grande, pero eso no quita el hecho de que se vea bien, todo lo que vista se le verá increíble.

Puedo observar como abre su casillero y la carta cae al suelo, ella la levanta mirando a todos lados hasta detenerse en mí, cosa que me apena, creí haberme alejado lo suficiente. Mi rostro lo siento caliente a punto de explotar.

—Rocío date prisa.

Alguien la llama y ella me dedica una ligera sonrisa que no sé cómo interpretar por la rapidez en la que se va y la carta que se lleva.

***

Dos días y no hay respuesta a mi carta, estaría mintiendo si digo que no estoy ansiosa y mucho menos que no estoy contando cada segundo que pasa sin obtener un sí o un no, pero estaría mintiendo.

Me muero de los nervios cada que mi ansiedad se inventa cada cosa y me grita estupideces que, aunque no quiera, me afecta de sobremanera, pero solo es un pensamiento intrusivo, sé que no es real y todo estará bien. Intento volver a leer lo que dice mi libro de texto, pero un portazo interrumpe mi lectura.

Toda la cafetería se mantiene en un silencio incómodo. Dirijo mi mirada a dónde proviene el ruido y me sobresalto cuando veo que se dirige a dónde me encuentro.

Alex, un idiota sexista del equipo de americano quien extrañamente se encuentra frente a mí, su mirada me desconcierta, pues no tengo idea de porque soy su objetivo, hasta que veo que detrás de él se encuentra Rocío intentando quitarle mi carta.

Me levanto e intento lo mismo, pero Alexander Harrison me empuja y yo me tambaleo chocando mi espalda con la mesa.

—Querida Rocío, desde que nos conocimos, nuestras conversaciones se me han hecho algo ¿extrañas? Aunque no en el mal sentido, si no que eso me ha llevado en pensar que tal vez sientas algo por mi como yo por ti, pues me pareces la chica más inteligente, linda, e incluso divertida que he conocido y mis sueños incluso llevan tu nombre, si crees que piensas lo mismo ¿Por qué no vienes conmigo al baile? Con amor, Harriet.

Lo escucho mofarse luego de leer lo que, para mí era algo íntimo y no solo me ha humillado, si no que decidió por sus bolas gritarle al mundo algo a lo que yo tenía derecho hacer. No me avergüenza ser lesbiana, me avergüenza el hecho de que lo utilizara para humillarme y, sobre todo, exponer mis sentimientos.

Algunas risas se escuchan, los murmullos calan mis oídos, siento como me vuelvo pequeña, pero no, decido mantener mi cabeza en alto y enfrentarlo, aunque mis ojos se encuentren llenos de lágrimas que solo nublan mi vista. Rompe mi carta frente a todo el mundo y tira los pedazos al suelo.

Quisiera golpearlo hasta matarlo, pero solo aprieto mis manos conteniéndome. Nadie dice nada, nadie me defiende y ella solo se esconde. No me queda nada para decir, ellos se fueron y prefiero seguir estudiando ahora siendo el centro de atención.

Querida Rocío, haz roto mi corazón, con rencor, Harriet. 

Querida Rocío, con amor, HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora