Reflexiones. Búsqueda del talento

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Hoy fui a comer con mi familia. Me resultó agradable. Luego entré a trabajar por la tarde y estuve cuidando a mis residentes y relacionándome con mis compañeros de trabajo. El dinero me llega y el trabajo me llena.
Años atrás, me hubiera sentido dolido por algún comentario de algún familiar pero a día de hoy no hay mucho que reseñar. Tal vez mi envidia al escuchar de mi cuñada sus progresos profesionales, pero ni siquiera. Es decir, nos dedicamos a sectores distintos y somos personas distintas así que tampoco. O la incomodidad por las pequeñas arrogancias de mi abuelo cuando trata de examinarnos con sus exámenes de historia, pero todos lo conocemos y nos miramos con caras cómplices cuando no lo vacilamos, o cuando me preguntan por mi vida amorosa pero ya me acostumbré a confesar el desierto sexual en el que vivo así que hasta eso me deja en paz. En general se parecen a mí en lo amables, y sus conductas pasivo-agresivas son leves. Tampoco el estilo de vida que se ha creado mi tío y su relación con sus padres me molesta. Él sabrá lo que hace. Hasta eso lo veo con ternura.
Todas esas las siento con bastante sutileza en comparación con como me las tomaba en el pasado. Aunque el gran conflicto existencial que me persigue es el impulso de convertirme en alguien talentoso. En encontrar mi sitio y el propósito vital. A veces fantaseo con la paternidad y otras veces con la vida amorosa, cuando no fantaseo con convertirme en un gran artista de las letras. Aparentemente no tengo ningún tipo de éxito en estas actividades; de hecho, se me dan peor que a la media.
Sufro de una sensación de carencia. Como tener una agradable vida familiar, vivir en un barrio bonito, disfrutar del trabajo y gozar de buenos amigos fuera algo insuficiente. Como si necesitara algo especial. En el fondo, hay mucho del deseo de ser como mis padres decían ser. Es decir, una pareja auténticamente amorosa. Sobre todo lo evidenciaban cuando criticaban al resto de las parejas. Incluso mi padre no hace mucho me dijo que un psicólogo se había sorprendido por lo bien que les iba. Y yo lo creo porque se querían bastante. Deseo arañar lo que ellos tenían o un equivalente a ello como el talento o la fama. Lograr la admiración de alguien en lugar de ese amor auténtico del que ellos presumían. De verdad que se querían bastante, pero yo no quiero su vida. Cuando logre descubrirme seré capaz de vivir la vida que deseo y dejar atrás esta sensación de carencia. Aflorando el talento de ser feliz con uno mismo.

MeditacionesWhere stories live. Discover now