¿Qué es el amor? (EDITADA Y CORREGIDA)

El silencio, el bosque y Logan

Continúe mi camino, tendría que darme un poco de prisa si quería llegar unas horas antes de atardecer, era fanática de la puntualidad y el solo hecho de perderme de mi parte favorita del día me era insoportable. Continúe por el camino por el que normalmente caminaría, llegue a la cabaña en un par de minutos más y me siento relajada, todo estaba tal cual lo había dejado, el aroma a madera fresca me recibió en el portón.

Continúe caminando hasta llegar al sofá que me recibía invitándole a dar una siesta la cual no podía tomar, me había demorado demasiado en llegar y había perdido el tiempo con aquella chica, me levanté nuevamente y lleve la maleta a la parte de atrás de la cabaña, una vez allí encendí la luz que colgaba del techo y el taller se iluminó, estaba lleno de tarros de pintura vacíos, pinceles duros, otros con agua y los demás arrumados por ahí. Descargue la maleta y coloque los materiales en el suelo, el gran lienzo estaba tapado por una manta negra que la protegía de la luz y el polvo que lo pudieran dañar. 

Procedí a retirar la manta y dejar al descubierto un gran lienzo, este pintado de negro y blanco formando un rostro de una mujer aun sin definir demasiado, me sonreía y yo a ella, era mi obra de arte y nadie lo había visto aún, aunque en realidad muchas de las obras que había en la exposición de artes eran mías, se las había vendido a aquel señor pobre con aires de ser un gran artista, no era el dinero lo que me interesaba si no mantenerme despierta, encontrar algo que me hiciera sentir viva, eso era todo lo que me importaba, aun así aquel viejo lúgubre me daba dinero, menos de la mitad de lo que le pagaban por las exposiciones, todo lo invertía en nuevos materiales para mis obras o mejor dicho las suyas.

La actualización de la galería de arte de que la había hablado mi amiga eran mis últimas obras, no me había demorado demasiado en hacerlas  ya que últimamente tenía demasiado tiempo libre, lógicamente exceptuando que tengo amigos y que muchas veces no puedo escapar de sus salidas furtivas en la noche. Me dedique enteramente las últimas tres horas del día a darle detalles a mi pintura, quería pensar de que era mi mayor obra hasta el momento ya que no había hecho jamás una pintura tan grande y con altos estilos de detalles, me estaba esmerando de verdad en aquella pintura. Estaba tan concentrada en los detalles de la misma que no me percate de la sombra que tenía enfrente, en un corto lapso tiempo la vi allí de pie, no distinguí quien o que era, la cabaña quedaba muy adentrada en el bosque y era casi imposible de encontrar a menos que estuvieras allí el tiempo suficiente para memorizarme el camino , tome lo primero que tenía a mi disposición que para mi sorpresa era un palo, ¿Qué carajo hacía un palo en un estudio de arte? Me había encargado de que todo estuviera limpio, no importaba, estaba a punto de abalanzarme sobre la sombra cuando está detuvo el palo en movimiento.

- No eres buena para defenderte - me dijo aquella voz que rondaba en mi cabeza desde esta mañana 

Me agache y con los pies logre tumbar a Logan al suelo, al parecer la hice cambiar de opinión.

- ¿Decías? - le dije mientras me colocaba encima de ella con el palo a punto de estrangularla 

- Bien bien, tiempo fuera - me dijo cuando sintió que la presión del palo ya era mucha.

Me levante y la mire de arriba abajo, se había cambiado de ropa, usaba aquel estilo que tenía desde pequeña, vaqueros, una camisa ancha y unas botas. Me encontré a mi misma recordando cómo se veía hace tantos años, rápidamente sacudí mi cabeza e hice a un lado todos aquellos posibles recuerdos que se quisieren adentrar en mi mente.

- ¿Se puede saber qué haces aquí? - cruce mis brazos claramente enojada por su presencia allí.

- No - me sonrió y casi se ríe de su propio sarcasmo.

- Ja ja, que graciosa, ¿Acaso comiste pito de payaso? - respondí con el mismo sarcasmo.

- Nunca cambiás - dijo mirando el lugar con lentitud.