1.2 Renunciar a la vida.

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That's the price you pay,

Leave behind your heart and cast away,

Just another product of today,

Rather be the hunter than the pray.

—Natural, Imagine Dragons.


—¡Que bien! Ya estás despierto.

Sanemi se tarda en recordar quien era aquel muchacho que le observaba con una estupida sonrisa. Ah si, Kumeno Masachika. A modo de respuesta gruñe e intenta incorporarse sintiendo dolores musculares y un cuerpo excesivamente cansado.

—Has dormido más de un día entero!

—¿Hugh?

—Los kakushis te cambiaron las vendas una vez y la de tu frente te la han sacado. Te veías divertido con tantas puestas, parecías una momia.

Vamos a suponer que los japoneses saben que existen las momias y que son, porque honestamente no sé como funciona esa época de Japón.

—Eres muy molesto. —Dice Sanemi tocándose la frente, las cicatrices seguían ahí. En la orilla de su cama había una muda de ropa y la toma en sus manos un poco desconfiado.

—Es para tu entrenamiento. Igarashi-san quiere que empieces cuanto antes, pero yo creo que debes descansar más.

—Descansaré cuando todos....

—Los demonios estén muertos. —Termina diciendo con cierta lástima y Sanemi pone sus ojos en blanco. —Entonces intenta incorporarte, te esperaré afuera porque ya es la hora de desayunar.

Apenas se fue de la habitación, Sanemi se tomó su tiempo para vestirse y despertar de manera correcta. La única venda que seguía en su cuerpo era la de su brazo, al tocarla sintió una pequeña molestia y se dijo a si mismo que es mejor ignorar el dolor. Cuando termina de examinarse y sale,  Kumeno lo esperaba justo afuera de la puerta y el peliblanco respira profundamente ante su nueva molestia. Parecía un perro faldero.

Lo guía hasta donde es lo que corresponde el comedor y una cocina, todo era de una madera añeja y sin color, la mesa del suelo parecía torcida y las almohadillas para arrodillarse excesivamente planas. Habían dos kakushis preparando la comida y Sanemi se pregunta cuantas personas habitan en la casona, porque la cantidad era excesiva.

Kumeno le indica que se siente y así lo hace, entonces es servido con una abundante ración de arroz, pollo y verduras que ciertamente olía delicioso. El muchacho a su lado es servido con lo mismo. Luego, los kakushis ponen cinco platos frente a él, con mucha más comida y variedad.

—Te han servido eso porque por ahora es lo más importante para que recuperes tus fuerzas. —Le explica Kumeno con arroz en la boca.

—¿Cuántas personas hay en este lugar? —Cuestiona señalando la comida.

—Oh, ¿eso? Eso solo es para Kasumi-chan. —Kumeno ensancha una sonrisa con orgullo y Sanemi no entiende. ¿Acaso se va a alguna parte? —Ella come mucho, al parecer es mucho más fuerte de lo que se ve, dicen que su densidad corporal es mayor a la de una persona común. Algo raro, ¿no? Por eso Igarashi-san la aceptó porque... —De pronto se calla y se rasca la nuca. —Bueno, ella es muy fuerte.

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2022 ⏰

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El corazón del viento || KIMETSU NO YAIBADonde viven las historias. Descúbrelo ahora