Prólogo

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ASHER

Mi día empieza siempre de la misma forma, con una corta sesión de ejercicio fáciles para despertar mir energías, en mi habitación misma.

─Uno, dos. Uno, dos. Uno, dos ─digo mientras hago sentadillas.

Ejercicio matutino ✔

Luego de eso me cambio la pijama, me doy una ducha rápida y me pongo el uniforme de la universidad, para bajar corriendo a la cocina a ayudar a mi mamá a preparar el desayuno.

Alistarse ✔

─¡Buenos días, mamá! ─exclamé al entrar a la cocina, donde efectivamente mi madre se encontraba preparando el desayuno.

─Buenos días, hijo ─me saludó mamá, girándose a verme con una sonrisa.

─Mmm, ya huele el café ─comenté, olisqueando el dulce olor de la bebida.

─¿Me puedes ayudar preparando los sánduches, Asher? ─me pidió mamá, señalando la bandeja con los panes aún sin preparar.

─¡Okey, mamá! ─asentí. Inmediatamente me dirigí a preparar el pan con queso para el desayuno de los dos.

Minutos después, gracias al trabajo en equipo entre mamá y yo, el desayuno ya está servido en la mesa. Mamá y yo nos sentamos y procedimos a comer.

Desayunar ✔

Justo en el momento en que terminé mi desayuno se escuchó un potente silbido, a lo albañil, procediente de abajo.

─¡Ay! Ese es Danny, que ya me vino a ver ─exclamé, levantándome y recogiendo rápidamente los platos y poniéndolos en el lavabo.

─No te preocupes, yo lavo los platos, tu ve a la Universidad con Danny ─dijo mamá, levantándose de la mesa.

─Ya, mamá. Ya me tengo que ir ─dije, corriendo a la sala y agarrando mi mochila que se encontraba encima de un sillón.

─Ve, Asher, ve ─me dijo mamá, abriéndome la puerta para el último piso.

─Chao, mamá ─me despedí, dándole un beso en la frente.

Bajé por las escaleras al primer piso, que es el de la cafetería de mamá, The Morning Coffe. Caminé rápido entre las mesas y abrí la puerta secundaria, ya que la principal es un portón. Al salir me encontré con Danny, mi mejor amigo.

─¡Danny! ─exclamé al verlo.

─¡Asher, viejo! ─exclamó Danny al verme, sonriendo de oreja a oreja, mostrando sus brackets.

Ambos nos abrazamos y al separarnos hacimos nuestro saludo especial. Chocamos los cinco, unimos puños, chocamos pechos para al final escupirnos en los zapatos, aunque a mí apenas me salió saliva y Danny en cambio hizo un gran escupitajo.

Encontrarme con Danny ✔

─Iugh, mi zapato ─me quejé, viendo la saliva escupida por Danny en la punta del zapato, quién tiene muy buena puntería.

─Jaja, sí que tienes mala puntería, apenas una gotita me cayó en el zapato ─se burló Danny─. Debes aprender a escupir bien, aprende de tus mayores ─se jactó, hinchándose el pecho de orgullo.

El novio de la Reina Pop Donde viven las historias. Descúbrelo ahora