Capítulo 3: Brooke

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Debería de haber estado más preparada para este encuentro. Sabía que me lo iba a encontrar pero no pensaba verlo con pareja. Pensaba que estaba preparada para verlo pero no fue así, no lo estaba. Tengo miedo de jamás ser capaz de superarle y eso es algo que me aterroriza. No quiero pasarme el resto de mi vida amando a alguien que me había hecho tanto daño. Al entrar en mi habitación con toda la comida que había comprado, me puse el pijama y me tumbé en la cama mientras buscaba una serie que ver y cuando justo encontré la serie perfecta para ver, llamaron a mi puerta. Una parte de mi esperó que fuera James, pero no fue así, cuando abrí la puerta me encontré a Emma, con una botella de Champagne en la mano y vestida de fiesta.

— Vístete. Tú y yo nos vamos de fiesta ahora mismo —Ella iba vestido llena de lentejuelas, maquillada con sombras azules y los labios rojos.

— Pero...—No me dio tiempo a decir nada más. Se metió dentro de mi habitación y abrió el armario esperando a encontrar algo de ropa allí cuando la realidad era que tenía todo en las maletas del suelo. Así que se agachó hasta una de las maletas, justo dio en el clavo y empezó a buscar ropa de fiesta —Emma, pero si el sábado hay una fiesta.

— Pero tú sabes que esas fiestas no son nada como nuestras fiestas. He estado años esperando a tener una fiesta como las que teníamos. Así que ahora que has vuelto, no voy a desperdiciar este momento —Ella cogió un vestido corto, muy corto que tenía dorado —Te vas a poner esto y lo vas a romper en la fiesta, como siempre has hecho.

— Dios, sabes que soy incapaz de decir que no a una fiesta —Y ese era uno de mis tantos problemas, que en el momento que escuchaba la palabra fiesta, yo era la primera en estar allí.

— Tía, estos años sin ti han sido muy aburridos —Comenzó a decirme mientras yo me metía en el lavabo y saqué mi maquillaje.

— Primero de todo, pedazo anillo. ¿Te casas? —Pregunté apuntando a su anillo con una brocha de maquillaje.

— ¡Sí! —Saltó desde la taza del váter en la que se había sentado —Y tú vas a venir a la boda, que lo sepas.

— No me la perdería por nada del mundo —Sonreí. —Bueno, cuéntame. ¿Cómo han sido estos cuatro años sin mí por aquí?

— Horribles —Dijo volviendo a sentarse donde estaba antes y yo comencé a ponerme sombra de ojos dorado, a juego con el vestido —Hay una aquí se cree la reina de este lugar. Sofia. Es la novia de James.

Intenté no hacer ninguna expresión facial. Emma no sabía nada de mi relación con James a pesar de que era una de las persona que en el pasado le tenía mucha confianza.

— Todas van detrás de ella, no sé porque —Comenzó a contarme —La mayoría son nuevas, dudo que sepan quien eres, ni siquiera saben quien es nadie aquí. Te estoy imaginando mañana, llegando y saludando a todos. Estoy segura que en cuanto se enteren quien es tu padre, intentarán hacerte la pelota.

— ¿Y dónde están Claire, Olivia, Jane y Lucia? —Ellas eran pareja de algunos de los pilotos hacia años.

— No están —Contestó Emma —En cuanto ellos cogieron más fama las dejaron. Tengo tantas ganas de que te vean, sobre todo porque la mayoría han estado obsesionados contigo.

— No estaban obsesionados contigo.

— Te recuerdo que eras como la estrella —Dijo entre risas —Te regalaron un Birkin y el collar de diamantes que Jack te regaló, eso fue impresionante.

— Algo difícil de olvidar —Jack era un piloto que siempre había estado entre los cinco mejores —De hecho, lo he traído.

Salí del baño y abrí la caja fuerte de la habitación. Donde estaba todo lo que tenía de valor. El sábado se hacía una fiesta importante, para dar el inicio a la temporada y había elegido ese collar para la ocasión. Yo me acerqué de nuevo y se lo dejé a Emma, que lo tocará y se quedó alucinando con el collar.

Sin frenosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora