Istochnik

Capítulo 2

Se que usted, quien está leyendo esta carta, me criticará por mi poca "humanidad" con mi compañero, pero ponganse en mis zapatos, ¿Dejaría usted que un estudiante de primer semestre se burle de su conocimiento y creencias?, se que no y sé que usted es tan débil y "humano" que no llegaría a obligarlo a pedir por su vida, por suerte yo no soy usted y aquel niño que me insulto hoy descansa en paz junto a mi Dios.

Asistí a una nueva conferencia de la universidad, esta vez siendo espectador pues otro microbiólogo experto sería el expositor, me senté en la parte de atrás junto a un joven de primer semestre ya que se notaba en sus incoherentes comentarios que no tenía ni la menor idea de lo que hablaba, mucho menos de como funciona el mundo humano en base al mundo microbiológico. Por desgracia, los comentarios del joven ignorante con otro a su lado me perdieron de la conferencia.

—¿Te imaginas ser tan desgraciado en la vida para terminar estudiando como un bicho inutil produce más para entender una enfermedad? No tiene sentido, si ya saben como se da el cáncer para que tienen que buscar como cada bicho lo hace, que perdida de tiempo—

— Es mejor estudiar la astronomía, a ver si alguna vez podemos ir al espacio y manejar naves como la Shenzhou—

— No seas iluso, si los grandes investigadores solo se fijan en lo más mínimo e inservible de la tierra no se van a fijar en llevarnos al espacio, mira a este microbiólogo nada mas, años y dinero que desperdicio en estudiar cómo funciona, crece y se desarrolla un bicho y ¿De que le sirvió?, para venir a dar conferencias a desconocidos que no les importa en lo más mínimo ver al pasado—

El joven a mi lado creaba una gran confusión en mi cabeza con cada palabra incoherente que salía de su boca, ¿Estudia microbiología, quiere ser astronauta y conoce el pensamiento humano con tan solo escuchar algunas palabras? Siempre supe que los aparatos electrónicos destruyen el conocimiento de la nueva generación que no ha sido capaz de ponerle

límites pero nunca pensé que las consecuencias fueran en tan grandes proporciones.

— Disculpe, usted, ¿Estudia en esta universidad?— dije lo más cortés posible, seguramente si un extraño me habla respondería de igual forma.

— ¿Usted es?— me miró de arriba a abajo despectivamente, justo como miró al microbiólogo expositor, mientras su compañero se burló y asimiló entender la conferencia que por su culpa me he perdido.

— Soy un profesor— su mirada pasó de ser el amo de mi existencia a ser el perro de mi éxito, si usar ese término me daba superioridad sobre los estudiantes lo utilizaría con mayor frecuencia.

— ¿Por qué no lo he visto en clase alguna vez?—

— Así que estudiante, disculpará usted la pregunta tan personal que le voy a hacer, pero si está interesado en el estudio de las estrellas, ¿por qué no estudió astronomía?—

— No me interesa estudiar las estrellas sería la misma idiotez de estudiar a los bichos estos

— Microbios, creó que un estudiante promedio de su nivel debe conocer al menos el nombre correcto de estos maravillosos seres—

— No entiendo cual es la maravilla de producir enfermedades que retrasan al ser humano de conocer lo nuevo—

— No habría nada nuevo si estos "bichos" como usted tan vagamente les denomina no hubieran permitido la evolución del ser humano, es a ellos a quien les debemos la vida, literalmente, además no todos los microbios son perjudiciales aunque darle poder al homosapiens sapiens como usted si fue un error horrible, pero no hay opción—

Me levanté de la silla del auditorio, dejando a mi ignorante amigo con el deseo de hacerme entrar en razón cuando el equivocado era él, qué diría nuestro Dios al escuchar a tal inculto ser.

Hace unos pocos días tuve la desgracia de volverlo a ver, estaba en la cafetería del instituto tomando mi café diario tranquilamente, después de trabajar varias horas en el laboratorio, hasta que el joven sabio se intentó acercar a mi, intente ignorarlo pero su insistencia era molesta y como dicen por ahí "El que persevera, alcanza".

— Venga, profe, pues disculpe lo de la vez pasada, no sabía que usted tenía una relación tan estable con esos... seres— dijo mientras que con atrevimiento se sentaba frente a mi

— No, discúlpeme usted a mi, no era mi intención meterme en su vida personal, ni siquiera se su nombre— pude ver la burla en su sonrisa pero por ahora no le daría importancia.

—Alexander y tranquilo profe, tomemos algo y hagamos las paces—

Él pidió una gaseosa y yo seguí tomando mi café pero no con la misma tranquilidad, cuando su bebida llegó me acomodé para sacar la billetera y pagar pero accidentalmente se movió la mesa y la bebida se cayó, me disculpé y fui a traerle otra.

— Gracias por la compañía, estar con un microbiólogo nunca había sido tan interesante— fue lo último que dijo antes de volver con sus amigos y seguir su bullicio a donde sea que se hayan ido.

Tras unas semanas los rumores de la muerte de un estudiante de la facultad de ciencia del deporte se esparcieron por todos los rincones de la universidad aunque en cada versión la verdad era cambiada, que Alexander se había contagiado de Hepatitis B por su reciente tatuaje, que su familia lo había contagiado e incluso que su actual novia era la culpable, pero nunca se conoció la versión original.

Cuando fui a traerle otra gaseosa introduje en ella unas muestras de saliva de una persona contagiada de hepatitis B que había sacado del laboratorio de investigación microbiológica y así hacerle entender que esos "bichos" tan insignificantes e inservibles serían los principales causantes de su muerte aunque en realidad podría haberse salvado si le hubiese prestado atención a los síntomas que seguramente presentó, dolor abdominal, fiebre, dolor articular, pérdida del apetito, vómito, debilidad o fatiga, podía haber asistido al médico en vez de ir a empeorar la situación de su hígado con licor provocando su muerte ya esperada por mí, istochnik.