We could've had it all [Luckity]

WE COULD'VE HAD IT ALL

Las trompetas y cuernos sonaban juntas en todo Karmaland, el plan por el cual Quackity había dejado de dormir muchas noches, por fin se había concretado, aún no podía creer que tenía al causante de su sufrimiento frente a él, completamente indefenso y golpeado.

– Hazlo ahora, Quackity– El híbrido de oso se encontraba detrás de él, aún sin verlo por vigilar a cada uno de los secuaces que estaban inmovilizados en el suelo por las sogas y los golpes que habían recibido, estaban muriendo– Mátalo–

– Quackity...– A penas podía mantenerse de pie, los ojos contrarios lo miraban con odio y desprecio, como si nunca hubieran tenido otro sentimiento aparte, se sentía mal emocional y físicamente– No lo hagas...–

– ¡No dudes más y dispara! ¡Joder!– Volteó y lo golpeó en el brazo, haciendo que reaccionara del trance en el que se encontraba– ¡Hazlo o todo habrá sido en vano!–

– ¡Cállate!– Bufó con frustración, sus sentimientos no estaban en sí, su cabeza tampoco y su corazón se sentía tan mal que quería vomitar– ¡Sal de acá y déjame a solas con el imbécil! Yo me voy a encargar–

– Pero los secuaces...–

– ¡Que salgas!– Señaló la puerta de salida de la habitación en donde se encontraban, sin verlo pues sus ojos estaban en quien su arma estaba apuntando– Están muriendo, no tienen armas, no harán nada–

El oso no volvió a refutar y salió de la sala dejando solo a Quackity con el chico que tanto quiso en algún momento de su vida.

– Esto no es lo que quieres hacer, tienes que bajar el arma– A pesar de su visión debilitada podía observar al que le apuntaba con el arma, completamente decidido a disparar, Luzu sabía que todo esto había sido por su culpa, debía haber hablado con él cuando tuvo tiempo, era muy tarde– Por favor...–

– ¿Alguna vez pensaste que todo esto pasaría?– Habló por fin, pero no tranquilizó al que se encontraba frente a él, su tono de voz era distinto al tono que el mayor adoraba escuchar en el pasado, se podía sentir cuanto sufría con cada palabra que soltaba–

Apenas y podía respirar bien, hace unas horas lo habían interseptado en su camino para ir al ayuntamiento, lo habían golpeado y despojado de las armas que normalmente como presidente tenía que cargar, lo humillaron y lo llevaron al lugar en el que ahora se encontraba, ni siquiera sabía en donde estaba– Quackity... Yo no quería que esto pasara...–

– ¡Pues está pasando! ¡Y todo es tu culpa!– Sollozó aún sin soltar las lágrimas que tenía en los ojos, su garganta parecía cerrarse por el malestar que tenía en su pecho, le dolía tener que hacer todo eso pero ya no había vuelta atrás, si no lo mataba, el pueblo entero pediría su cabeza en compensación de la otra– No sabes cuanto te odio–

Bajó el arma y tomó un gran respiro, desde que el plan había iniciado esta mañana, tenía la duda de que si esto estaba bien o no y lo tenía claro ahora, él no quería matarlo, le dolía verlo temblando frente a él por no poder recuperar su compostura.

Una gran oleada de ira vino hacia él después de pensar en ello, no quería odiarlo, quería perdonarlo, quería comenzar de nuevo a su lado, pero sabía que todo lo que había hecho hasta ese momento tenía que culminar con su muerte.

– ¡Esto no es justo para mí!– Soltó por fin las lágrimas que tenía acumuladas en sus ojos y alzó más aún la voz al ver como el otro no podía entender su sentir, frunció su ceño y con enojo continuó– ¡TE ODIO! ¡TE ODIO TANTO!– Lo volvió a apuntar con el arma y se dispuso a teminar de una vez por todas su sufrimiento–