Imperio del sol [LMK/Shadowpeach].

Capítulo 18: Sun.

Macaque agradecía de que Wukong no era aquel con 6 orejas, porque de no ser por eso, se hubiese dado cuenta de cómo el corazón del mono albino parecía ir a mil por hora, aun cuando exteriormente trataba de verse tranquilo.

Cuando ambos llegaron a la habitación de la luna del imperio, Macaque rogaba mentalmente a cualquier dios para que pueda simplemente irse a dormir y Wukong olvidara todo, pero no fue así, pues el emperador entró a aquella habitación y cerró las puertas, el silencio estaba matando a la luna.

Ambos permanecían de pie, mirándose, quizás esperando que el silencio se acabara, pero el emperador solo estaba observando fijamente a Macaque, cada detalle. Su pecho subiendo y bajando rápidamente, quizás la manera en cómo trataba de mantener su cola quieta o detener el temblor en sus manos.

El emperador finalmente hizo algo, caminando hacia la cama de la luna y tomando asiento allí, para luego dar dos palmaditas en la cama.

—Ven. —Llamó el emperador.

Macaque trato de detener su respiración, tratando de calmarse más rápido, debía actuar naturalmente, sabía que, si volvía a actuar de una manera agradable para el emperador, las cosas irían mejor, solo debía fingir.

—Por supuesto. —Respondió Macaque con una sonrisa, sentándose a un lado del mono de piedra.

Wukong miraba fijamente al macaco de seis orejas, su ruidosa cabeza seguía igual de desastrosa, pero al ver a su luna solo deseaba seguir pensando en él.

—¿Qué fue lo que sucedió afuera? —Finalmente Wukong comenzó a tocar el tema.

—Yo... Hace un tiempo quería hablar con MK, pero ya sabes, no se ha podido y terminé sobrepasándome, ya sabes, siempre me dejo llevar por mis emociones e impulsos. —

Silencio.

El emperador miraba a los ojos a Macaque, como si fuese capaz de ver más allá que eso, como si pudiese leer su alma.

—¿Qué fue lo que sucedió afuera? —Wukong preguntó una segunda vez.

—Abordé a MK de una manera grosera, lamento eso. Dije muchas cosas fuera de lugar. —

La expresión del emperador no cambió, y Macaque trataba de verse lo más sereno posible.

—¿Qué fue lo que sucedió afuera? —Wukong preguntó una tercera vez.

Fue entonces que Macaque se dio cuenta que mentir no lo iba a salvar a estas alturas.

—Estaba molesto con MK porque me estuvo evitando, el... Él está tomando decisiones incorrectas, debía decirle algo. —

—¿Y tú sabes la respuesta correcta, Macaque? —

—... ¿Qué estás esperando que diga? —

—Quiero la verdad. —

—¿Para qué? ¿Para volver a encerrarme? —

—No entiendo por qué te empeñas tanto en negarte a este mundo. —

—¡Porque no me gusta este mundo! ¡Estoy cansado de esto! —

—¿De qué cosa? ¿De finalmente volver a tener un hogar? ¿De estar con tu familia? ¿De ser feliz? —

—¿Quién dice que soy feliz? —

—Mac...—

—¿Quieres la verdad? Entonces escúchala. ¡Estoy cansado de esto! ¡No es fácil para mí, tampoco es divertido! —