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Hansa

Acababa de terminar la entrevista. La última película de Niall había sido un exito y los medios no tardaron en llamarlo. Aunque por supuesto, aquello no era una novedad. ¿Te identificabas en algo con tu personaje? ¿Tu parte favorita? ¿Cómo fue trabajar con el elenco? y así un largo etc al que ya estaba acostumbrado.

Se encontraba refugiado en una sala de descanso mientras esperaba que su auto llegara, si salía antes la multitud se lo comería vivo. Diamond cerró la puerta dejando salir un suspiro teatral.- Un trabajo impecable. Que digo, no podía esperar menos de ti.- Dijo mientras sacaba una botella de agua de un pequeño refrigerador.

-Deja los halagos de lado. Tengo otras cosas de que preocuparme. El entrevistador sonaba como un perfecto cliente.- Respondió Niall, echado en un sillón al fondo de la sala.

-¿No puedes esperar a ponerte esa máscara de nuevo eh?-

-¡Señor Elderberryyyy~!-  Sonó una voz animada mientras golpeaban la puerta.

-Dime que es una broma.- Reclamó Niall mientras se llevaba una mano a la cara.

Diamond espió disimuladamente por la ventanilla junto a la puerta, las inconfundibles coletas que asemejaban una aurora boreal confirmó el temor de ambos.- Es ella-. Sentenció.

-¿Cómo es  que siempre aparece? ¿No habías contratado guardaespaldas?- Exclamó Niall.

-Tu pregunta me ofende. No importa cuanta seguridad haya esa mujer siempre logra evadirla, es como una cucaracha-. Los golpeteos no cesaban. Cansado, Diamond se pasó una mano por el pelo y se acomodó el abrigo.-Tranquilo amigo, ya que lo pides tan amablemente me desharé de tu fan-. Dijo con sarcasmo.

Abrió la puerta y salió con cuidado de que no se viera que el actor estaba dentro.

-¡¡Diamooond!!- Dijo la mujer con ansias.

-¡Hansa!- Respondió con una sonrisa, extremadamente falsa.

-¡Tanto tiempo sin vernos! No sabes como me alegra que tu y Niall volvieran a trabajar juntos-. Dijo enérgicamente.

-Si, a duras penas logré convencerlo, creo que aún no se siente listo para volver a ver tanta gente-. intentó persuadirla Diamond.

-Hablando de él, ¿Está ahí verdad? ¿Por qué no me dejas entrar a saludarlo? Solo un ratito, por favor Dartemis-. Lo ignoró ella.

Comenaba a recordar porqué la odiaba. Respiró profundamente.-No me llames así-. Empezó a decir.- Creo que no se va a poder, estaba muy cansado luego de la entrevista, creo que se quedó dormido-. Se lamentó.

-¿D-dormido?-. Se ruborizó Hansa.-Bueno... No quisiera molestarlo... Volveré otro día.- Murmuró tímidamente.- ¿Podrías decirle que vine a verlo?-. Dijo con un destello de luz en sus ojos.

-Si, si, yo se lo digo, adiós-. Respondió Diamond, cerrandole la puerta en la cara.

-Vaya, eso fue rápido-. Dijo Niall con los ojos aún cerrados apenas escuchó entrar a Diamond.

-¿Tu negocio no se dedicaba a desaparecer gente? ¿Por qué no te encargas tú de ella?-. Reclamó Diamond mientras tomaba asiento en otro sillón cercano.

-¿Para qué si para eso te pago?-. Ni se inmutó Niall.

-En ese caso entonces al menos dejame denunciarla, no me gusta hacer de complaciente con inferiores-. Argumentó Diamond.

-Hansa es peligrosa, no te dejes engañar por esa actitud de preadolescente. No nos conviene tenerla de enemiga-. Respondió Niall, que por fin se había dignado a levantar la vista, solo para señalarse un ojo con la mano izquierda.

Diamond tragó saliva. Tenía una noción de que era lo que intentaba decirle con ese gesto. Por su seguridad, prefería seguirla tratando como si fuera una persona civilizada, a verse a si mismo con botones en vez de ojos y agujas por todo el cuerpo.