Reality

34 2 8
                                    

( Unas 3 horas antes de los últimos sucesos )

  El joven Ray caminaba de caminó a la casa de su padre, llevaba una canasta con diferentes frutas para compartir con su querido papá. Al llegar tocó la puerta, una y repetidas veces más, pero nadie contestó, esto le resultó raro, su padre nunca tardaba tanto en atender a un llamado. Ray por curiosidad giro la perrilla de la puerta y está se abrió lentamente, cosa que asustó levemente al joven, entro y luego cerró la puerta tras su paso.

  Miro por toda la vivienda buscando a su padre a gritos,  la casa estaba un tanto desordenada, pero no era nada de lo que preocuparse. Llego a la habitación de Ezra, y en esta habían distintas tiras de pastillas esparcidas por el suelo y algunas en la cama, no sabía bien de que eran la pastillas, puesto que todas las tiras estaban vacias, pero sabía que no era nada bueno. Dejo caer la canasta temiendo lo peor, comenzó a buscar y rebuscar entre los que a Ray le estaban pareciendo cajones infinitos rápidamente, buscando algo en especial.

  Después de unos 5 minutos, tocó algo en el último cajón de la derecha del armario de Ezra, estaba al fondo de este, por lo que le costó un poco sacarlo, pero lo logro, y al ver lo que era lo miro con miedo. Una caja de antidepresivos, casi vacía, puesto quedaba una sola tira con 4 pastillas de las 14 que traía por defecto. Dejo caer la tira de pastillas y la caja al suelo... Ray se negaba a creerlo.. simplemente no podía ser cierto; lo negaba con lágrimas en sus mejillas... Al igual que sus piernas comenzaban a temblar, no podía mantenerse de pie con equilibrio por la disforia que comenzaba a sentir, se sentó en la cama tambaleando. Su pecho comenzaba a sentirse apretado, como si alguien estuviera haciendole presión en este. Se lo sostuvo con fuerza y comenzó a inhalar y exhalar aire para calmarse a el mismo, y dejar de sentir esas sensaciones ya mencionadas, provocadas por la situación.

  Su padre tenía antecedentes de adicción a los medicamentos antes mencionados, y el tuvo que vivir la adicción de su padre con sus propios ojos, cosa que a él, le desagradaba totalmente, no era bonito... ver a su padre de esa forma lo destrozaba, y agradeció con su alma a las Diosas cuando su padre dejo ese vicio que tan mal lo tenía. Al ver la caja de los antidepresivos denuevo, todos esos recuerdos nefastos volvieron a su mente, ¿Como podía su padre ocultarle esto a él y sus hermanos?, Ray sentía impotencia e una gran inutilidad por no haber ayudado a su padre en estos momentos. Le costaría mucho perdonarse eso a si mismo.

   Se quedó aproximadamente 2 horas en la casa de su padre, recordando momentos de su niñez y acomodando está, su padre no se preocupaba mucho por el aspecto de su vivienda, puesto que recibía muy pocas visitas. El joven de pelos rojos se alerto al escuchar un fuerte estruendo proveniente del Reino de Hyrule que se situaba a unos minutos del hogar de su padre. Rápidamente corrió hacia la salida de la casa, cerro tras salir y siguió corriendo hacia la ciudadela del reino, sabía que si su padre no estaba en su casa, probablemente estaría en el reino, y se negaba a dejarlo solo nuevamente, no después de enterarse del tema de las pastillas. Al estar ya a unos 2 minutos de la ya antes mencionada ciudadela, la cual ya se veía más cercana. Pero algo lo alerto aun más... Una gran cantidad de humo saliendo de la ciudadela. Al ver esto aceleró más su paso, presentía que algo malo estaba por ocurrir, y debía apurarse para no llegar tarde.

Final JudgementDonde viven las historias. Descúbrelo ahora