Día I

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Después de una noche tranquila, al menos para casi todos los habitantes departamento, menos un chico rubio que trato de dormir sin éxito alguno por la incomodidad de no tener su cama, su habitación y sus cosas. Vaya que era no era una noche tranquila, para nada, pero... Ya había aceptado quedarse en ese lugar, una semana no sería tan mala, ¿Verdad?

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6:40 de un día martes.

Se levantó apresuradamente del sofa un japonés, está vez su turno en el trabajo sería más tarde, pero la incomodidad del sofá y una pregunta pasajera que lo hizo despertar no lo dejarían descansar.

Logrando llegar adormilado hasta su cuarto, tocó la puerta y espero a ver si aquel chico rubio que había ocupado su cama estaría despierto.

-Chico, chico, chico-. Un insistente Sasaki empezó a llamarle apresuradamente, mientras que el otro trataba de ignorar el sonido de la puerta y esa voz que empezaba a molestarlo.

-Chico, no es por molestar, pero, ¿No tienes trabajo?-. Esa simple pregunta hizo levantar al rubio, que había recordado que era cierto, tenía un trabajo, y no podía faltarse, de ello dependía cuando su estúpido hermano menor le quitaría el castigo, y aunque indignante parecía en un inicio siendo el mayor, ahora mismo ya no le importaba, estaba en peores problemas ahora.

Abriendo la puerta con total delicadeza, logro divisar frente a un desconocido, la apariencia de aquel viejo que lo había prometido cuidar era nula; podía ver claramente a un chico de unos 22 años, el cabello algo platinado, una figura bien marcada que se veía por qué el joven no tenía una camisa que lo cubriera, pero lo que más le llamo la atención fue simplemente, sus ojos, unos bellos cafés que resaltaban, y daban un aire de viveza diferente, algo sumamente nuevo.

-...

-Chico, no hagas esto de nuevo jaja-. Dijo un sonriente Sasaki. -Vamos di algo, no te quedes callado, ¿Trabajas? Ya sabes, para ayudarte si puedo en algo.

-Cierto...- Solo llegó a decir eso Poseidon antes de reaccionar completamente y por fin decir. -Trabajo en la empresa Olympus, ¿La conoces? No, eso no importa. Lo que importa es que me ayudes a ir a mi departamento para poder cambiarme de ropa...

-¿Olympus? ¿No es la empresa que hace un tiempo perdió mucho dinero? Vaya, ¿Trabajas ahí? Es una empresa muy importante jaja

¿Por qué la necesidad de preguntar tanto...? Además, aunque Sasaki no lo sabia, tiene al sujeto que perdió millones y ahora está pagando su castigo en ese trabajo de porquería que le encargaron.
La mente de Sasaki es un carnaval de ideas y preguntas a veces, pero aún así, tiene un corazón puro y bueno, eso ya lo había descubierto Poseidon, y aunque golpearlo era una buena opción en el momento, no lo haría, sabía que Sasaki lo dijo sin pensar mucho y eso de alguna manera lo tranquilizaba.

-Bueno, no sé si tú auto funcione pero podemos intentar, si no funciona nos iremos en tren hasta tu departamento y ahí buscarás lo necesario.

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7:20 de un martes en la mañana.

Nada estaba bien, ahora mismo se encontraba en un tren, sintiéndose acorralado y idiota, con ropa que no era de él, y una bolsa en mano con su ropa del trabajo.

Sasaki por otra parte estaba frente a él parado, había sacrificado su asiento por un poco de comodidad para el rubio que se veía bastante molesto e indignado por tener que usar un servicio público, pero no podía hacer mucho, su carro estaba sin gasolina y llenar el tanque llevaría tiempo, lo cual no tenían, el trabajo de Poseidon empezaba a las 8:20 am, y hasta que se preparase el rubio, no llegaría a su trabajo.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2023 ⏰

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