Hyunjin cree que Jisung la está engañando
La realidad no podría ser tan diferente.
Hyunjin estaba muy orgullosa de tener un afilado sexto sentido. Y eso, tal vez combinado con el embarazo hacía que fuera más amplio. Sumando que era muy testaruda y era difícil que se le quitara una idea de la cabeza.
Así que cuando ella comenzó a sospechar que Jisung la estaba engañando, nada podía quitarle la idea.
Todo comenzó cuando el hombre comenzaba a llegar tarde del trabajo. Sumado a que llegaba despeinado y muchas veces con la ropa llena de sudor.
Luego, una noche luego de tener sexo, Hyunjin notó que había moretones en sus piernas.
—¿Y esos moretones, cariño? —preguntó Hyunjin. Jisung detuvo sus caricias en su vientre de cinco meses y besó la mejilla de su esposa.
—Nada de lo que tengas que preocuparte, mi amor.
Pero Hyunjin aún sentía que su esposo ocultaba algo.
La gota que derramó el vaso fue la vez que Hyunjin sin querer miró el teléfono de Jisung.
Jisung había estado bañándose después de llegar del trabajo. Hyunjin estaba doblando la ropa en la cama cuando llegó una notificación en el celular de Jisung.
Hyunjin no era de esas mujeres que vigilaba a su marido, pero su sexto sentido vibraba tan fuerte que NECESITABA hacerlo.
Se acercó al teléfono y lo encendió. El fondo de pantalla de Jisung era una foto de Hyunjin que la hizo sonreír. Pero su sonrisa se borró al ver las notificaciones.
Minkat
Estuviste increíble hoy.
Nos vemos mañana.
Hyunjin tragó en seco. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Dejó el teléfono en su lugar y se acomodó para seguir doblando la ropa, conteniendo las lágrimas cada vez más.
No podía creerlo. Le dolía en el alma que su amiga más íntima, y de paso la esposa de Seungmin, estuviera teniendo una aventura con Jisung.
Le dolía en el alma que Jisung, el ser que más amaba en el mundo, el padre de su bebé, la estuviera engañando.
Escuchó la ducha cerrarse y Hyunjin trató de calmarse. Tomó su teléfono y le escribió a Seungmin.
Yo
Necesitamos hablar.
.
Hyunjin parecía animal enjaulado cuando Seungmin entró. Estaba nerviosa, no sabía cómo darle la noticia a su amigo.
—Te traje pollo —dijo Seungmin sentándose en el sofá dejando cajas de comida en la mesita—. También dijiste que tenías antojos de fresas ¿no? Bueno...
—Jisung me está engañando —soltó cortando lo que Seungmin estaba diciendo. Su amigo la miró extrañado y luego soltó una risita.
—No, no creo —Hyunjin frunció el ceño y se sentó en el sofá.
—Lo hace, Min.
—Hyung no lo haría, Hyunjin. Te adora, nunca he visto a alguien más enamorado de su esposa que él.