El último humano con vida

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Esta historia comienza de una manera distinta a todas las anteriores, no comienza con una pareja, una familia o un objeto físico la cual amar, este historia trata sobre el amor a la vida mezclado con el conocimiento y como ese amor puede convertirse en odio y demencia llevándolos al extremo.

Comenzaremos nuestra historia en los 90 con un joven Arthur qué se dedicaba a la arqueología, un chico brillante sin duda, quizá el más brillante que hayan conocido sus directivos, tanto así que encontró el rastro a uno de los tesoros arqueológicos más codiciados en la historia, dicho objeto estaba tan escondido que había rastros y pistas de el desde hace más de 800 años atrás, pero nunca habían dado con el preciado tesoro.

No obstante ese año Arthur lleno de codicia y soberbia al tratar de demostrar ser el más listo en la historia ya con la respuesta estaba apunto de hallar el escondite del tesoro, una vieja lámpara que según las historias de los primeros árabes guardaba el poder de una diosa capaz de concederle un deseo cuál quiere que esté sea a la persona que la logra liberar.

Cómo era de esperarse El joven Arthur no creía tal historia, sin embargo, al querer ser la persona más lista y más competente que haya pisado la tierra en su época se dedicó solo buscar esta lámpara para posesionarse sobre todos los demás, las escrituras qué indicaban su posición exacta, estaban descritas con más de 10 lenguajes distintos mezclados una palabra tras otra, además de una parte faltante que fue perdida en los rastros de la historia, pero para el joven Arturo esto no era ningún impedimento, pues, aislandose tanto del mundo como de las personas que conocía se dedicó a desencriptar cada palabra para lograr dar con una pista de lo que podría ser la parte faltante de la ubicación del tesoro.

Solo tenía una persona con la cual compartir a sus conocimientos, su más fiel amigo Thomás Allan de la Poe, una amistad que había hecho en sus estudios de primaria y había perdurado hasta entonces, es gracias a su mejor amigo qué es su estado de salud de estaba regulado ya que el nivel de concentración que tenía Artur era tan grande que incluso se olvidaba de cuidarse a sí mismo, y despues de 10 meses investigando y transcribiendo sin parar obtuvo la respuesta, en sus manos tiene la ubicación exacta del tesoro.

Con algo de apoyo de sus directivos por también ser el primer grupo de investigación con el tesoro en mano Arthur no tomo espera en iniciar su viaje hacia una isla remota perdida en el océano Pacífico, es así como evitando las trampas con gran precisión tal como decía el manuscrito llegó a lo más profundo de las catacumbas en la cual el tesoro yacía escondido.

Arthur al estar enfrente de la lámpara casi por instinto frotó su parte superior, su entorno se difumino entre un paisaje arenoso y el espacio mismo, mostrándose ante un ente tan grande y hermoso qué lo más similar con lo que se podría comparar es con la misma Vía láctea.

Es así como está diosa de Gran belleza y con una voz seductora y penetrante le dijo

- Arthur Conan, hijo de Conan Doyle y Elizabeth Labrado qué es lo que deseas.

El joven Arthur siendo aún un joven e inexperto no se meditó su respuesta

- Gran diosa, según las escrituras que registra dónde estabas guardada, me dice que por tu liberación soy merecedor de un deseo y mi deseo es ser inmortal.

La diosa mirándolo con algo de pesar pero sobre todo con gran indiferencia procedió a cumplirle su deseo, es así como ella devolvía el entorno a lo normal a las cuevas donde estaba anteriormente Arthur con una lámpara vacía y sin valor ya que la diosa había huido hacia lo más profundo del espacio exterior.

El joven algo aturdido pero emocionado salió de las catacumbas en las que se hallaba entregando la lámpara hacia sus superiores para que pudieran hacer el respectivo proceso de publicación y así el podría pasar a la historia sin saber aún que en realidad la historia pasaría sobre él.

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