Lo que el pueblo se llevó

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No entiendo porque mamá le gustaba este pueblo, es más difícil para mí de lo que parece, no es fácil ocultar mi naturaleza de vampiro, el poder flotar entre otras cosas no lo podía hacer por no llamar la atención, desde que tengo memoria ella aunque es humana siempre me ha ayudado a camuflarme entre los del pueblo, es cierto que la sed de sangre y el apetito voraz me solían consumir al inicio, pero con práctica mi mamá me enseñó a saciar esa parte consumiendo solo el color rojo, con los años ya no me afectaba, el dilema era que mientras yo apenas crecí al tamaño de un adolescente ella ya había envejecido, los del pueblo tenían sospechas de mi, pues lo tez pálida junto con mis orejas en punta y que procuraba no asolearme no era común, no obstante yo siempre negaba todo (por obvias razones), decía que lo anterior se debía a una apariencia de nacimiento y lo del sol era que casi no usaba bloqueador solar por los químicos, por más simple que parecía de lo creían, valla tontos jajaja.

Mamá siempre cuido de mi, a papá nuca lo conocí en mi juventud así que éramos ella y yo contra el mundo, durante años ella dió muchos aportes significativos al pueblo, siempre era tan buena y servicial que todos le tenían aprecio, siempre fue así.

Todo parecía ir perfecto, todo parecía estar bien, algunas cosas se complicaron, mamá ya estaba algo vieja, no podía andar sin su silla de ruedas, aún así seguía con la misma alegría que ha mantenido por años, también esa cálida mirada de amor y orgullo que tenía cada que me veía a la cara, yo era el que salía por comida y cosas para su cuidado, siempre cuidando no mostrar mi lado vampiro y evitando el sol con una naturalidad que hacía que no lo notara la gente, hasta que sucedió un accidente, un carro sin frenos a toda velocidad apareció de la nada, casi como si fuera una mala jugada del destino, este carro iba justo donde estaba yo, de ser humano eso hubiera acabado con mi vida pero... No lo soy, es así como casi por instinto flote sobre el carro para evadirlo, sintiéndome aliviado de haberlo esquivado y de paso salvar las compras.

Pero ahí empezó la pesadilla, al verme la multitud levitando confirmaron las sospechas que tuvieron por años, supieron que yo era un vampiro todo este tiempo, yo intenté decir que no era una amenaza, pero todos querían acabar conmigo, casi de inmediato encendieron antorchas y comenzaron a lanzar rocas y palos en llamas hacia mi, naturalmente solo floté más alto y reflexione cómo contarle lo sucedido a mamá, tendríamos que huir del pueblo y empezar de cero, ella tendría que dejar lo que logro durante años, pero no había opción, el tiempo paso tan rápido como el brillo de un relámpago mientras la noche se hacía dueña del cielo.

No perdí más tiempo y fui flotando a casa, pero a la distancia veía un fuego creciendo y al estar cerca vi a la multitud fuera de mi casa en llamas, mi mamá no pudo huir por estar en silla de ruedas, solo escuché como la vida escapaba de su cuerpo de la forma más dolorosa implorando perdón.

Yo solo podía sentir dolor y odio que cegaban mi pensar, en ese momento un poder surgió en mi, y a la luz de la luna mi forma cambio a la de un murciélago monstruoso gigante sediento no de sangre, sino de venganza, tantos años que mi madre le dió a este pueblo y las personas que allí viven y acabaron con ella de este modo?!, los odio por esto, solo merecen la muerte de una forma similar, uno a uno los iba agarrando de la cabeza llevándolos hasta lo alto de la noche para romper su cuello y dejarlos sin una gota de sangre dentro, al final eso era lo que ellos pedían, querían un monstruo y aquí lo tienen.
Después de acabar con una cuarta parte de todos ellos en un vals de gritos de miedo y dolor descubrí que tenía poder sobre los cuerpos sin vida de aquellos que había drenado, así es como encontraba a los que se habían ocultado en las calles y callejones, ahora no soy un vampiro, soy el principe de los vampiros dueño de la noche y sus criaturas.

Después de acabar con todos y teñir las calles de terror, sufrimiento y salpicaduras de rojo sangre lo entendí, recordé las últimas palabras de mi madre pidiendo perdón, ella no le pedía perdón a ellos, me pedía a mi que los perdonara.
Perdón madre, ya es tarde, pero ahora ya te saciado mi sed de sangre.

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