Domingo 6 de marzo del 2022
Solo faltaban veinte minutos para que Karla pudiera regresar a casa, pero el tiempo parecía avanzar más lento. En aquella esquina, bajo la tenue luz de la farola más escondida de la avenida, el frío comenzaba a calarle los huesos, y aunque llevaba horas de pie, no se cansaba, había aprendido a soportarlo. A tan solo cinco minutos de poder marcharse, un auto se acercó lentamente y se estacionó frente a ella.
- Disculpe... señorita -dijo el conductor del auto.
- ¿Sí? ¿En qué puedo ayudarte? -contestó ella acercándose a la ventana del conductor.
- Acabo de terminar mi jornada de trabajo y hoy, precisamente hoy me pagaron. No sabes cuánto estrés tengo -expresó él.
- Lo entiendo -dijo ella, echando un vistazo a los demás asientos del auto- Y supongo que querrás relajarte, ¿no es así? -
- Algo así. ¿Qué te parece si subes y damos una vuelta? -propuso él.
- ¿Y a dónde me llevarías? -contestó Karla, acercando su mano a la mejilla de aquel conductor.
- Ya lo sabrás, no hace falta que te lo diga. Solo sube y verás que hacemos, ¿te parece? -respondió él.
- Está bien, cariño... ¿Serías tan amable de bajarte y abrirme la puerta?... digo, si quieres que vaya contigo -sugirió ella.
- ¡Encantado! -aceptó él sin dudarlo.Justo cuando el conductor se disponía a abrir la puerta para que Karla entrara al auto, tres personas vestidas de negro aparecieron de la nada. Sus rostros estaban descubiertos y cada uno sostenía un arma en la mano. El conductor reaccionó rápidamente, tratando de meterse en su vehículo y arrancar, pero antes de que pudiera entrar, uno de ellos lo golpeó fuertemente en la nuca con la empuñadura de la pistola, dejándolo inconsciente de inmediato.
- ¡Idiota! Lo dejaste inconsciente -dijo Diana, decepcionada.
- Tranquila, solo se desmayó, no es grave. Karla, supongo que no vino nadie más con él, ¿verdad? -preguntó Darek.
- Por eso lo hice bajar. ¿Y ahora qué haremos con este cuerpo? ¿Vas a dejarlo aquí? -dijo Karla.
- No seas tonta, por supuesto que no -interrumpió Diana- Miguel se encargará de llevarlo lo más lejos posible con el auto y luego regresará -
- Si se despierta en pleno camino, ¿creen que debería matarlo? -interrumpió Miguel.
- Sí, creo que será necesario, pero eso sí, trata de mantener el auto en buenas condiciones para poder venderlo mañana ¿entendido? -dijo Darek, moviendo la pistola.
- Sí... eso haré -respondió Miguel, nervioso.
- ¿Sabes qué? yo mismo me encargaré. Lleva a Diana y a Karla al local, estaré de regreso en unas horas -concluyó Darek.Sin perder tiempo, Darek se marchó en el auto con el chofer inconsciente, dejando atrás a Karla, Diana y Miguel. Juntos, emprendieron el camino de regreso. Llegaron a una casa abandonada, de dos pisos y aspecto deteriorado por fuera, y se adentraron en el cuarto más alejado. Era la estancia más amplia de toda la casa, pero no estaban solos. En ese lugar se encontraban varias personas más.
- ¿Estás bien? -le preguntó Diana a Karla mientras caminaban.
- Sí, solo un poco cansada, pero en general estoy bien. ¿Por qué lo preguntas? -dijo Karla.
-Noté que estabas algo nerviosa después de nuestro último atraco. ¿Estás segura de que estás bien? -insistió Diana.
- Sí, Diana -dijo Karla, mirándola seriamente- ¿Por qué debería estar mal? Después de todo, siempre estoy a la vista de todos mientras estoy parada en esa esquina -
- Tienes razón... - asintió Diana.
- Sin embargo... -interrumpió Karla- No te voy a negar que a veces siento miedo de que no aparezcan a tiempo y de que un día me secuestren o me hagan daño -
- Eso se acabó hoy, no te preocupes, es es tu último día aquí. Por cierto, felicidades por ingresar a Kepler, no tuve la oportunidad de decírtelo antes... - comentó Diana.
- Gracias, tú serás la única persona que extrañaré de este lugar -respondió Karla sinceramente.
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La suerte no existe
Mystery / ThrillerLa muerte de tres personas en la universidad, pone en aprietos a todos, pero más aún a cinco estudiantes que están involucrados en este suceso. Ellos recurrirán a su pasado para encontrar soluciones, sin embargo, solo encontrarán más problemas que d...