Capítulo 5

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Buenas tardes, hoy tanto Marcos como yo hemos sido muy productivos.

Primero hemos asistido a todas las clases de la mañana y a dos de la tarde, Paula nos dejó saltarnos las dos últimas para poder terminar nuestra habitación. Por suerte, ya tenemos todo listo, el baño bien recogido, los armarios decentes, y todos los libros ordenados en la estantería.

Después de cenar me apeteció dar un paseo por el jardín, y antes de que Marcos pudiera unirse me fui. Eso no quiere decir que no me hayan llegado mensajes de él preguntándome donde estaba, mas no los he ni leído. Solo me concentré en el sonido de los pájaros cantar y el de las hojas de los árboles mientras se movían.

Cuando volví a la habitación, unas cuantas horas después, Marcos no estaba ni en la cama, ni en el baño y tampoco en el gimnasio (que es donde está casi siempre). Fui a buscarlo a la habitación de María para buscarlo aunque sabía que era una muy mala decisión. No pasa nada, todo hay que intentarlo, que sea por Marcos. Entré a la habitación sin tocar la puerta, sinceramente me daba igual lo que María fuese a decir sobre 'interrumpir' así pero era una urgencia de vida o muerte. Como era de esperar, María estaba leyendo con las piernas cruzadas y su chándal negro con la sudadera gris de 'Gilmore girls' que se compró una vez que el orfanato nos llevó de viaje a Nueva York y ella se volvió majara por una sudadera de su serie favorita, y bueno la consiguió, porque así es María, consigue todo lo que se propone, pero eso no funcionó conmigo.

Primero se sorprendió al verme, después cerró el libro, se levantó se acercó a mí y sin razón alguna me empujó y me arrastró fuera del cuarto me gritó varias cosas que no logré entender, pero cuando la puerta se cerró sentí que mi amistad con María se había acabado para siempre (si quiere guerra, la tendrá). De inmediato me di la vuelta, salí corriendo y volví a mi nueva habitación. Marcos estaba sentado en la cama hipnotizado viendo la tele. Desde que me vio entrar notó que estaba demasiado rara, yo me calmé desde que lo vi, pero me seguía sintiendo mal por lo de María.

Intenté controlar mi ira, o lo que sea que me pasara por mi cabeza/corazón, no funcionó, lo que pasó fue que entré por la puerta y le empecé a chillar cosas que no quiero ni acordarme, de lo que sí me acuerdo es de que él se me acercó y me tiró a la cama, eso hizo que mi cabreo aumentara. Lo poco que recuerdo es que, bueno, Marcos me cogió de la cabeza, me dio un beso en la frente y me dio la mano. Por alguna razón eso no me hizo mejorar NADAAAA, o sea, sabéis lo que es nada, pues eso. Pero recuerdo que me cogió de la mano y hundió su cara contra mi pelo, allí fue donde se dejó dormir, y así fue como yo me pude calmar.

Diario de una huérfanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora