Trabajo poco honesto. Comprando su amor.
Manga.
Jungkook entraba a la sala dejando sus zapatillas en el suelo buscando entre sus insoportables compañeros a su objetivo, por lo que no se dio cuenta que alguien estaba detrás suyo.
—¡Primo! ¿De dónde vienes?— Chilló Jackson contento mirando con extrema atención la bolsa que Jungkook llevaba en su mano.
—De la tienda.
—Oa, ¿Por qué no me lo dijiste?. ¡Yo también quería algo de allí!
A Jungkook se le ensancharon los ojos y crujió los dientes llamando a la serenidad con la que no nació y claramente necesitaba ahora para no agarrar del cogote a su amigo y darle unos golpes.
—¡¿Me crees tu chico de los recados o que?!
—Yo también quería algo— Apareció Yoongi con su piyama de Batman.
—Yo necesitaba mis mascarillas de noche, que desconsiderado eres Jeon— Se cruzó de brazos Félix con su última mascarilla puesta.
—¡Oh, ahora todos querían algo! ¡Váyanse a la mierda bola de vagos!— Bufó irritado y se fue hasta donde estaba Jimin en el sillón leyendo algo en su celular —Ten— Suspiró entregándole el paquete.
El Omega levantó su mirada con sus tiernos luceros brillando, enarcó una ceja y bufo.
—¿Ahora mismo quieres que tire esa basura por ti?
—Que…— Tres puntitos se fijaron sobre la cabeza de Jungkook cómo en los dibujitos animados. Risillas se escucharon y comenzó a sudar frío de la vergüenza —¡Que no es eso maldita sea! Te estoy dando esto— Volvió a insistir.
Jimin miró curioso el paquete y lo tomó entre sus manos mientras el Alfa se iba de allí bajo la atenta mirada de sus compañeros.
—¡No puede ser, la edición a color del tercer tomo de la saga de Dragon Ball!— Exclamó emocionado.
—Le atinó— Musitó Félix.
—Eso fue poco honesto, yo sería mejor— Agregó Yoongi que pasaba detrás de ellos con un bowl de palomitas.
Jungkook a la distancia hizo un puño con su mano en gesto de victoria.
Otro trabajo perfecto.Ensalada de frutas.
Los rayos de luz traspasaban las cortinas impactando contra el rostro de cierto pelinaranja que se removía incómodo. Se levantó con un particular antojo, hace un tiempo no veía a sus padres y justo soñó con una de las famosas ensaladas de frutas de su padre. Los extrañaba…
—Ya no puedo dormir— Bufó y se sentó de golpe.
Su alarma sonó sin reparos y quiso apagarla mientras bostezaba pero en lugar de eso agarró otra cosa. Desvío su mirada a un pequeño pote transparente que tenía arriba una cuchara de color naranja.
—Pero…
La tomó entre sus manos y era un pote de ensalada de frutas fresco, parecía recién sacado de la nevera. En la tapa había un papelito con algo escrito.
Dejas sobras y te mataré.
Sabía de quién era porque incluso tenía un pequeño dibujito de ojos enojados.
—Eres un idiota— Susurró dejando el pote en su lugar. Se aseó y llevó consigo la ensalada de frutas hasta el comedor donde se sentó en el sofá. Era el único despierto a esa hora así que aprovechó la tranquilidad para degustar su postre favorito —¡Uy qué rico que está! Es la más rica que comí hasta ahora— Chilló despacio pataleando.
Desde el pasillo cierto pelinegro estaba recostado contra la pared de brazos cruzados observando al Omega deleitarse con la ensalada que preparó especialmente para él. Se alabó con una sonrisa autosuficiente.
Soy el mejor.
Conformista.
—Oye imbécil.
Jimin hizo una mueca, no entendía como Jeon tenía la tenebrosa habilidad de encontrarlo donde fuera, ahora mismo en medio de la noche en las afueras de los dormitorios buscaba paz y se encontraba con esto.
Confundido se volteó y esbozó la sonrisa más honesta que le salió en ese momento. Últimamente Jungkook andaba raro y ya tenía una idea del porque.
—Estas aquí…
—No es muy difícil leer tu básico cerebro— Se encogió de hombros desinteresado.
Jimin achinó sus ojos.
—¿Para esto me buscabas?
—No en realidad— Se rascó su nuca nervioso y de su mano que estaba detrás de su espalda escondida le extendió una bolsa. El Omega abrió sus ojos sorprendido —Si no te gusta puedes cambiarlo.
Jimin se acercó más al alfa tomando suavemente la bolsa marrón con total curiosidad. Al abrirla ensanchó una sonrisa, una auténtica gorra al estilo yankee de color negro estaba allí además de un pequeño llavero con la esfera de cuatro estrellas de Dragón Ball.
—Por qué…— Elevó su mirada hacia Jungkook quien estaba sereno.
—Tu solo acéptalo, si no lo quieres puedes tirarlo a la basura, me da igual— Bufó yéndose.
—Como podría tirar un regalo...— Susurró para sí mismo desconcertado.
Era la gorra que quería para completar mi colección de colores y el llavero que ví el otro día…
Jimin quedó consternado admirando ese regalo en sus manos, sentía una cierta calidez en su pecho, su omega se regocijaba pero el estaba en un debate mental. Terminó por sentarse allí en el pasto poniéndose la gorra y mirando al llavero con la luna reflejada en él.
Sonrió levemente con cansancio, eran muchas cosas.
A la distancia el Alfa frenó su caminar y se giró un poco viendo lo disperso que estaba Jimin y surcos una leve sonrisa al sentir el tenue olor de las feromonas relajadas del Omega.
Era reconfortante saber que no le había errado en conseguir aquello, tuvo los resultados que quería y hubiera preferido algo mejor pero el Omega era muy sencillo con sus gustos, y los conocía muy bien por haber sido amigos tiempo atrás.
Maldito nerd, te conformas con tan poca cosa.
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¡SOLO TÚ! /kookmin/ OneShot
WerewolfUn deseo, ÉL Deseo Central, aquella irrazonable idea que se volvió una irremediable prioridad. Tan simple como eso. ¿Puedes hacer cambiar de opinión a alguien por tus propios intereses? ¿Tienes los huevos bien puestos para cambiar lo que eres por ob...