¿Quieres salir conmigo?

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POV Lux

Esto es una mierda, no han pasado ni doce horas y ya vandalizaron mi puerta, juro que si le veo la cara de nuevo esa perra me las va a pagar.

Solté un suspiro para tratar de calmarme y entré a mi casa. Afortunadamente todo estaba en perfecto estado, si hubieran entrado... no sé ni que podría pasar.

Cerré la puerta con llave y traté de hacer lo que me sugirieron hace un rato... relajarme, pero es difícil, aún estoy entre triste y furiosa, pero sobre todo, furiosa.

Fuí a mi cuarto, me solté el cabello, cambié la camisa del uniforme por una grande y cómoda camiseta blanca con dos tiernos tigres estampados, y un pantalón corto de pijama color rojo.

—Muy bien... veamos que hay— dije a la nada tomando el control remoto.

—Y bueno, mis queridos y queridas... el chisme, ¿qué digo chisme? EL CHISMONONON de hoy, resulta que la tecladista estrella de Pentakill, finalmente decidió hacer presencia en los medios ¿y qué es lo primero que nos dice? que su novia la está engañando, incluso tenemos imágenes en las que se ve a la supuesta novia de la música, besando a otra chica— dice un muy afeminado comentarista ¡CON UNA MALDITA FOTO MÍA DE CUANDO KAT Y YO CASI NOS BESAMOS EN NUESTRA CITA!.

—Ay, aún recuerdo aquellos días de juventud, y los desamores— respondió el otro, y ya olvidé por qué sigo viendo esto —en fin, mi querida Sona, desde aquí te mandamos mucho amor para que superes está mala experiencia, pero óyeme increíble lo que esa chica le...— cambié de canal antes de que dijeran algo que me hiciera enojar más y terminara quedándome sin televisor, una película, una típica comedía, eso servirá.

Un interminable ruido se escuchaba lejano y todo estaba oscuro, supongo que me dormí.

—¿Hola?— arrastré más dormida que despierta.

—Ey— inmediatamente abrí los ojos y me senté al escuchar su voz.

—Kat, hola ¿qué pasa?—

—Bueno, como te fuiste temprano, te perdiste un par de clases así que pensaba pasarte mis notas—

—¡Oh! claro, te lo agradecería—

—Bien... ¿puedo llegar en media hora?— espera ¡¿qué? ¿quiere venir?!

—Seguro— respondí tratando de ocultar mi nerviosismo.

—Te veo entonces— fue su forma de despedirse.

Apenas bajé mi teléfono corrí a la ducha, tengo el rostro babeado y el cabello revuelto, tardaré menos duchando me que tratando de arreglarlo.

Recién me comenzaba a abrochar mi sostén cuando sentí que golpeaban la puerta, y he decidido que desde ahora usaré sostenes deportivos, odio ponerme estas cosas y odio quitarlas, nada mata más un momento de pasión que no poder desabrochar uno de estos ¿quién fué el genio que invento esto?

Tras batallar un par de minutos, finalmente estaba lista, casi corrí hasta la puerta y cuando me detuve, arreglé un poco mi cabello, respiré y abrí la puerta.

—Ey—

—Hola, pasa— dije haciendome a un lado.

—¿Solo ella o tus amigos también pueden pasar?— escuché a alguien que decidió aparecer en el peor momento, pensaba echarlo de mi casa, pero detrás de el venía Yone, así que me resigné.

—Adelante Yone, Ez cierra cuando entres—

—¡Ey! ¿por qué no eres educada conmigo?—

—Porque eres tú—

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