Cuando Lux Está Castigada

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POV Kata

Hace ya una semana que pasó mi examen práctico, tardó un par de días pero finalmente el insufrible dolor de cabeza constante desapareció y la sensación de frío en mis huesos.

Lux lleva una semana suspendida aunque de igual manera tiene que venir en las mañanas a limpiar el desastre que hizo en la arena de entrenamiento, el lugar había quedado completamente cubierto de hollín, al menos una buena parte aunque debo decir que luego de ver las repeticiones de lo que alguien logró grabar debo decir que fué increíble como logró derretir otra de esas estúpidas flechas de hielo gigantes y quemarle las pestañas a esa estúpida.

Quien tampoco ha vuelto a la escuela, supongo que no quiere que la vean sin cejas, ni pestañas... y con el flequillo chamuscado.

—¿Sabes? es lindo que vengas a hacerme compañía y todo, pero apreciaría si me ayudarás a limpiar esto— se quejó Lux dejando de cepillar las gradas.

—Te ayudaría si el gato en el libro flotante no lo impidiera—

Hace un par de días intenté ayudar a Lux a limpiar todo y poco después apareció la directora... y comenzó a lanzarme rayos para que soltara el cepillo ya que Lux debía hacerlo sola, desde entonces siempre vigila que no ayude a Lux, aunque parece no importarle que me salte las clases.

—Pues... lo bueno es que ya solo me faltan dos filas, lo malo es que aún debo pensar en alguna forma para limpiar el techo—

Soltando un gemido cansado se dejó caer en el asiento junto al mío y se recostó en mi hombro.

—¿Cómo demonios es mi culpa lo del techo?—

—Enorme rayo de fuego ¿recuerdas?—

—¡Pero si en ningún momento impactó el techo!—

—¿Cenizas que flotaron hasta ahí?... honestamente no sabría que decirte— la escuché suspirar y luego se dejó caer aún más en su lugar.

Tomé su mano en un pequeño gesto para que supiera que la apoyaba, aunque no pudiera hacerlo directamente. Giró su rostro y observó nuestras manos juntas por un momento, luego se levantó aún con nuestros dedos entrelazados y se sentó sobre mis piernas, tomó mi rostro con su mano libre y finalmente se acercó para poder besarnos.

—Oh ese es un gran pago por hacerte compañía, aunque aún me debes un par por pasarte mis apuntes de la clase de Fiogha— rió suavemente y luego me acarició la mejilla otra vez.

—Tienes razón, te debo por eso y detesto deber favores—

Está vez el beso se volvió intenso muy rápidamente, antes de notarlo incluso mis manos acariciaban el trasero de Lux por encima de sus shorts, mientras las fueron a mis hombros por dónde comenzaron a deslizar mi chaqueta.

—¡Mhmm!—

De inmediato ambas nos separamos y saltamos un poco del susto.

—Señoritas, si bien no estoy en contra de que experimenten el amor y las relaciones, debo recordarles que aún están en la escuela, por lo que no permitiré que vayan más allá de ese beso ¿está claro?—

—Si directora Yummi— dijimos al unísono.

—Excelente, de todas formas el horario de clases ha terminado y ambas pueden marcharse ahora—

—Ese gato es demasiado sigiloso— dijo Lux en voz baja.

—No es nuestra culpa que no nos notaran por estar besuqueandose—

—¡Ah!— gritó Lux demasiado cerca de mi oído —Dioses, Ez casi me matas del susto—

—Lo cuál me da la razón—

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