uno: odio mi nombre.

9.3K 542 280
                                    

cuando hacía frío podía sentir como los huesos de mis piernas y rodillas se congelaban bajo el aire gélido del invierno.

usualmente y como cualquier otra persona normal, usaría una manta para evitar congelarme, tal vez incluso un suéter de lana, pero yo no era cualquier persona, y mucho menos era normal.

mi nombre había sido un invento por parte de mis padres, no me gustaba en absoluto y por esa razón evitaba decir mi nombre en voz alta cuando las personas me preguntaban, así que simplemente no respondía nada.

se podía decir que yo, Lionel Messi, no hablaba del todo. No era algo particularmente molesto para mi, pero si para los demás a mi alrededor.

no era una forma de protesta, ni mucho menos una forma de capricho, sino más bien mi forma de expresarme de manera silenciosa como a mi me gustaba.

nunca fui muy feliz, la mayor parte de mi infancia la pasé en la granja de mis abuelos a las afueras de la ciudad, al ser hijo único no tenía con quien divertirme, por lo que la mayoría de las veces jugaba solo y creaba diferentes amigos imaginarios para cada rol de juegos que tenía. La soledad no me molestaba, de hecho, me gustaba mucho. Pensar en socializar me daba una tremenda pereza, y no podía hacer otra cosa que no fuese esconderme de las situaciones en donde había que convivir.

para luego, me refugiaba en los estantes de libros en la biblioteca comunitaria. Nunca fui fanático de leer, pero ahí era donde la gente nunca se pasaba, así que era feliz en mis momentos de soledad.

en el espejo veía monotonía y un poco de fealdad. Nunca me gustaron mis facciones del rostro, y menos las de mi cuerpo delgado y débil. En la escuela primaria me llamaban escuálido, y creo que no estaban lejos de la realidad.

si tuviera que decir algo que odiaba de mi cuerpo, serían mis brazos, eran débiles y largos, delgados y rayados por las rojas cicatrices de mis crisis pasadas. No le tomaba importancia a eso, y tampoco me daba vergüenza que los demás las vieran, tan solo eran marcas.

entonces, cuando todo parecía empeorar, habían cosas simples que me mantenían vivo, y era tan sencillo como recaer en mi condición. Evitar la comida era usual en mi, pero no era por gusto propio, sino una forma de castigo para evitar hablar, cada que deseaba formular palabras la comida en mi plato se iba acumulando más y más.

solo había una forma de sentirme en control, y era haciendo restricciones a la hora de llevar alimentos a mi boca.

estaba mal, si, pero no era mi culpa, o al menos no del todo.

cuando las cosas se veían bien para mi, la vida me daba cada sorpresa no deseada que se escapaba de mis manos, y me molestaba en general porque eran cosas que yo no podía controlar.

pero entonces, yo me había enamorado del control.

y no solamente del control en mi vida, pero también de un ser peculiar que se paseaba por la recepción de la biblioteca comunitaria, hablaba en voz alta y rasposa, sus labios eran rosados y esponjosos, y su piel parecía miel sobre frutillas, brillante y dulce a mi parecer.

cuando ya no era suficiente el control, mi corazón se enamoró de Guillermo Ochoa.

y así fue como todo comenzó.

⚠️

hola amigos, hice esta historia para unirme al mame de mechoa. espero que no se lo tomen muy enserio, es la primera vez que escribo algo así. no me juzguen, si no es de su agrado mejor váyanse a otro lado.

tocaré temas sensibles como 4ut0lesiones, así que lean con discreción.

scary love [messi x ochoa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora