Todo se encuentra borroso en una pequeña habitación totalmente extraña ante mis débiles ojos, una brisa hace que todo de vueltas a mi alrededor, una débil y tenue luz se asoma en un pequeño pasillo y una hermosa silueta se apodera de aquel siniestro...
De pequeña siempre escuché de mis abuelitos maternos que los espejos siempre nos reflejarían lo que realmente somos sin importar la situación a la que nos enfrentamos, según contaban también eran objetos sumamente misteriosos y algo peligrosos ya que según creencias de tiempos remotos estos eran capaces de trasladarte a diferentes mundos, mundos totalmente diferentes a los que estamos acostumbrados a ver, así es, les hablo de los llamados "mundos o universos paralelos".
Mi vida era bastante normal hasta el día en que tuve aquel sueño que acabó con todas las cosas que siempre creí que no eran posibles, de manera que hizo que abriera mis ojos de una manera no tan agradable.
- ¿Dónde estoy? - simplemente caminaba sin rumbo por un lugar totalmente desconocido, no sabía si tenía una salida por alguno de esos caminos o si las paredes estaban cerca o lejos de mi localización, sólo se que me era completamente inútil poder observar lo que se encontraba a mis alrededores debido a la falta de iluminación y la neblina que había en aquel sitio.
- ¿Alguien puede escucharme? - nuevamente volví a suplicar alguna orientación de hacia donde debía caminar, pero en lugar de ello solo apareció una pequeña brisa la cual despeinó un poco mi largo cabello, una pequeña y tenue luz se asomó por lo que parecía el final de aquel enorme camino, decidí seguir el brillo que aquel "objeto" hacia relucir, caminé con mucho cuidado hacia este cuando algo me detuvo de golpe en medio de el enorme pasillo
- No deberías estar aquí, este lugar no es apropiado para tí ¡Vete!, ¡Vete y no regreses nunca!
- Una hermosa silueta acompañada de una dulce y cálida voz masculina hizo que mi piel quedara helada por un buen tiempo mientras que mi cuerpo inconscientemente olvidaba las palabras anteriormente mencionadas, algo dentro de mí quería saber que era aquello que resplandecía de esa manera.
- ¿Quién eres tú? - cuestioné mirando a ambos lados, no esperaba en lo absoluto recibir una respuesta de parte de la persona que había aparecido minutos antes, al parecer ese "objeto" que resplandecía era algo importante para él , tal vez no quería que fuera descubierto o simplemente no le agradaba mi presencia.
- ¿Por qué no te has ido? Creí haberte advertido de lo que estás a punto de hacer, da igual, harás lo que creas correcto - su mano se levantó haciendo la cordial señal de "adiós" y rápidamente la silueta comenzó a desaparecer mágicamente de la sala en la que me encontraba
- Simplemente quiero descubrir que es eso que tanto brilla, nada malo puede pasar - de repente todo aquel lugar que anteriormente era totalmente borroso para mi vista comenzó a tornarse de una hermosa tonalidad de azul, tal vez en dicha habitación existían muchos más colores y el ambiente era más cálido, pero yo solo era capaz de distinguir aquel color y una pequeña brisa la cual daba enormes escalofríos.
- ¿Debería seguir caminando o debería detenerme en este instante? - dudé por un pequeño momento hasta que finalmente decidí seguir caminando, ahí estaba, ahí estaba aquel "objeto" que relucía como las hermosas estrellas en el cielo, era tan encantador y bien diseñado, aquel espejo azul, colocado en una melancólica pared en el fondo de aquel enorme pasillo, me acerqué lentamente y ahí, ahí fue cuando me ví reflejada en otro lugar con un chico que no conocía y al que su rostro me era imposible identificar
- Un tock tock interrumpió aquel sueño haciendo que despertara con un pequeño brinco involuntario, mis pies se deslizaron lentamente por la cama hasta llegar a la suave alfombra que estaba colocada frente a la pequeña mesita de noche la cual acompañaba la acogedora decoración de mi habitación, alcé mi vista hacia el frente y quedé completamente congelada al ver lo que había frente a mis ojos, tanto así que terminé por pegar un enorme grito.
- ¿Qué ocurre? - irrumpió en la habitación con una mano colocada en el área del corazón - Menudo grito de espanto has lanzado mi pequeña niña
- A...abuela - me giré lentamente aún congelada, sudaba frío y creía que en cualquier momento perdería la conciencia y caería al piso en un acto de olvidarme de lo ocurrido
- ¿A que se debe ese grito tan espantoso? - preocupada se acercó hacia mí tomando mi mano.
- Abuela....este espejo lo he visto en mi sueño, lo raro es que hasta hace una semana tenía otro totalmente diferente, no entiendo por que ahora aparece este aquí por arte de magia - aún estaba asustada ¿Y si esto tenía que ver con las palabras de aquel chico? ¡Pues no! Me niego rotundamente a aceptar que sus palabras comenzarían a hacer estragos en mi vida.
- Ese espejo estaba en el sótano de nuestra casa, lo saqué para donarlo al museo más cercano de la cuidad, tiene muchos años de antigüedad y guarda muchas historias interesantes - miró al espejo con delicadeza, dicha mirada impactó en mi haciendo que encontrara millones de sentimientos perdidos
- Abuela...¿Realmente quieres donarlo? - su mirada triste y su simple expresión corporal me dieron a entender de que ella quería quedarse con dicho espejo, no estaba segura de que estaba haciendo pero siempre supe que haría cualquier cosa por su felicidad - Me quedaré con el, prometo que permanecerá sano y salvo en esta habitación
- Confío en que cuidaras muy bien este espejo, pero recuerda lo que solíamos decirte cuando eras muy pero muy pequeña, eso podría ayudarte.
- Tras la salida de dicha mujer de la habitación comenzó la exhausta rutina diaria que cumplía para organizar mi día a día, siempre seguía una lista bastante estricta de deberes, a veces eran molestos pero siempre podían soportarse.
- Bien, creo que para hoy usaré la siguiente pren.... - un pequeño golpecito en el tocador hizo que me girara a observar lo que estaba ocurriendo, allí estaba esa silueta nuevamente, ya no era un simple sueño, no, él estaba ahí y lo peor era que no sabía lo que buscaba.
- Jamás pensé que esos sucesos sólo serían el comienzo, supongo que esté siempre será el precio del haber decidido el quedarme con aquel espejo.
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Hola mis estrellitas! Aquí otra historia, espero que les guste muchísimo ¿Que creen que le ocurra a nuestra protagonista por el simple hecho de mantener consigo un objeto que no le pertenece? Acompáñeme a descubrirlo. Saludos!!!
