III. Idiota

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"In another life I would be your boy"


Todo el equipo argentino se encontraba relajándose en el hotel después de un día de entrenamiento pues su siguiente partido sería contra la selección mexicana y aunque no estaban nerviosos había algo que les molestaba; el arquero. Era malditamente bueno y aunque ellos eran mejores sabían que ese omega sería un problema.

-Debemos buscar una solución para vencer a ese omega -Emiliano siempre había sido un alfa prepotente y sentía el ego herido al ver como idolatraban a ese omega como si fuese el mejor portero-, no vamos a dejar que pasen.

-Mejor deberían entrenar y cerrar la boca -todos se giraron a observar a Álvarez que miraba su celular desinteresado-, esa es la forma de ganar.

-Pero que decís, pelotudo -el portero argentino se levantó hecho una furia queriendo golpear al joven-, ¿quién crees que sos para hablarme así?

Antes de que una disputa comenzara de nuevo un par de jugadores entraron al lobby donde se encontraba descansando la elección de Argentina. Era difícil reconocer o aprender el nombre de todos pues eran muchísimos jugadores pero pudo diferenciar al omega de Polonia que venía al frente y solo había sido así porque desde que se vieron por primera vez se había comportado demasiado encimoso.

Decidiendo no prestar atención volvieron a lo suyo; derrotar al equipo mexicano.

[...]

La luna estaba en su punto más alto brillando, proyectando una mangata sobre el inmenso océano y el frío envolvía el cuerpo del alfa que en su soledad buscaba consuelo en aquél bello astro.

¿De qué servía ir nuevamente a otro mundial si al final del día no tenía con quien celebrar sus victorias? Desde su ruptura con Cris no se había permitido el abrir su corazón a nadie con miedo de volver a salir lastimado.

"Pídele un deseo a la luna, quizá ella te lleve hacia tu amor".

-Hay una forma en la qué podrías ganarles aún más fácil -miró por encima del hombro sorprendido de ver al omega polaco acercarse-, ya sabes a México, hay una forma -se paró al lado suyo-. Solo tienes que seducirlo, hacer que no pueda dejar de pensar en ti.

-¿Por qué haría eso? -ni siquiera le miró desde que se situó a su lado-, es una estupidez lo que dices y si no te importa me gustaría estar solo.

-No seas tonto, esa bondad no te llevará a ningún lado -alzó su mano derecha para tratar de tocar la mejilla del alfa el cual la interceptó antes de lograr su cometido-, tu equipo y el mío ganan además que por una vez podrías no sentirte solo.

Se zafó del agarre para irse de ahí con sus palabras aún repitiéndose una y otra vez en su mente.

No, el no sería capaz de hacer aquello.

[...]

Todos se encontraban tranquilos en los vestidores, saldrían en cinco minutos a enfrentar a México, todas las absurdas ideas que mencionaron el día anterior habían quedado como una simple broma entre compañeros.

Aunque las palabras de Lewandowski seguían repitiéndose en su mente, no se engañaría a él mismo pues le resultaba tentador el meterse con el omega mexicano, era atractivo.
Su cabello rizado le causaba querer enredar sus dedos en él, jalar de este mientras lo besaba.

Negó con su cabeza concentrándose, estaba apestando todo el lugar con sus feromonas y no tenía ni las ganas o el tiempo para disputar con otros alfas.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora