PERDON SIN OLVIDO [KOOKMIN]

2.-La Propuesta

- No digas tonterías. – Contesto Jimin, humillado de nuevo ante el recuerdo de las mentiras vertidas para proteger a su hermano.

Al pensar en cómo había deseado a ese hombre aquella noche en Paris, y lo mal que había salido todo, sintió nauseas. Jungkook lo odiaba, se percibía en el aire.

- ¿Cuéntame porque te marchaste de Italia? – Pregunto él.

Jimin celebro el giro de la conversación y lo miro perplejo. ¿Acaso no era evidente? Recordó las odiosas acusaciones vertidas contra su padre tras la ruina, revelando que lleva años arrastrando grandes deudas y que todas sus posesiones, incluyendo el precioso Pallazo de Florencia, pertenecían a los bancos.

- Como bien te habrás imaginado. – Comenzó el – El valor de mi hermano y mío cayó en picado cuando se supo que habíamos perdido nuestra fortuna.

- Debo admitir que estaba al corriente. – Jungkook entorno los ojos. – Sabía que tu padre llevaba años frecuentando prostitutas, y también su implicación en drogas y corrupción política. Pero saber que se dedicaba a la trata de blancas debió haber sido un duro golpe para vosotros. A nadie le gusta verse asociado a un escándalo de tal magnitud. -

La humillación que sentía Jimin era casi insoportable, Su padre había frecuentado prostitutas mientras aún seguía casado con su madre porque lo excitaba. Incluso había tenido un hijo con una de ellas. Había creído no poder odiar más a su padre, pero, tras su huida para evitar los cargos contra él, comprobó que su capacidad de odio no tenía límites. Nadie conocía su paradero, y Jimin no tenía ningún deseo de volver a verlo nunca, más

La idea de todas aquellas pobres e indefensas mujeres vendidas a una vida de torturas y degradación era insoportable. Sintió el amargo de su bilis ascender por su garganta.

- Los pecados de tu padre no son los tuyos. – Jungkook interpretó el gesto del joven.

- Puede que no – él se sorprendió ante la rotunda afirmación. – Pero nadie lo ve así –

- ¿Os lo hizo pasar mal la prensa Italiana? – pregunto él. – Cuando estallo el escandalo yo estaba de viaje. Para cuando regrese a Europa, tu padre ya había desaparecido.

Jimin recordó algunos titulares de prensa: ¨ ¿Quién va a querer casarse con los pobres donceles ricos? ¨ O también ¨Park Taehyung pillado in fragante escasos días después de la desaparición de su padre¨. Ese había sido el momento en que había comprendido que debían abandonar Italia. Taehyung se había descontrolado peligrosamente.

No había esperado ninguna clemencia de la prensa.

Les encantaba despedazar a los intocables de la alta sociedad y, gracias a la desmesura de su padre, los Park se lo habían ganado a pulso.

- Si, podría decirse que nos la hicieron pasar mal. – A Jungkook le sorprendió la ausencia de emoción en la voz de Jimin. No le costó imaginarse el festín que debía haberse dado la prensa con los dos príncipes rubios de ojos azules caídas en desgracia.

De nuevo se maravilló ante la belleza del joven. No llevaba maquillaje y, aun, así su piel relucía como si fuera de perla. En su mundo de excesos y artificios, Jimin era una rara excepción.

Inconscientemente había evitado a todo hombre o mujer rubia durante los últimos cinco años, buscando todo lo contrario de lo que era el con la falsa excusa de que ya no le gustaban los rubios. Mentira lo que sucedía era que solo deseaba a un rubio. A él.

Las mujeres no solían despertar en él una reacción carnal y, sin embargo. Jimin lo había hecho nada más que posar su mirada en él. Con los ojos brillantes, alzo la copa.