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Regrese a la cama para esperar a que la temperatura del agua se templara. Tome mi celular y justo en ese momento llego un mensaje.

-Te llamare, si me cuelgas iré a tu casa- Como me conocía Yoko

-No fastidies- le dije seria

-No te conté por lo mismo, si no te agrada simplemente la espantas. Y no quiero eso, a mi realmente me importa y no quiero que te entrometas- igual hablaba seria

-Disculpame por preocuparme por ti y alejar a las estúpidas de ti.- conteste herida, en realidad yo solo había 'espantado a dos. Y había fuertes motivos para hacerlo. -Y tu despreocupate, que no me entrometo más en tu vida.- colgué

-Es una idiota- pensé molesta, ahora sé que lo estaba.

Flashback

-¿Estas saliendo con Yoko y también con ella?- le pregunte amenazantemente a Mitchell aunque era obvia la respuesta. Ya que fuera del centro comercial intercambiaba saliva con una tipa que no era precisamente Yoko.

-Yo... he... Enid- su nerviosismo la delataba. -Eres una basura- dije con asco, -Yoko te quiere como no tienes una idea y tú le haces esto.-

-Cállate, eres la menos indicada para hablar-se armó de valor, -Muchas cosas se dicen sobre ti- me acerque peligrosamente ahora las ganas de arrancarle cabello por cabello eran innumerables. -Muchos dicen verte visto pasar por su cama- él sabía bien que era más que falso.

-Di, escucha y habla lo que quieras- la señale con mi dedo índice, -Pero si te acercas a Yoko va a ser para comentarle lo sucedido con esa idiota- moví mi cabeza para indicar a la tipa que intimidada esperaba a un lado. -Si no yo misma me encargo de ti- la mire fijamente. -Sabes que no estoy jugando.-

Fin del flashback

-Yo no soy la que está tirando quince años de amistad a la basura- dije segura mientras caminaba de regreso al baño.

Deje caer mi ropa en el piso de la ya húmeda habitación, para poder entrar a la regadera. Deje que las gotas de agua se llevaran cualquier rastro de sudor y estrés de mi cuerpo. Estuve dentro por un buen rato. Hasta que creí que ya era hora de salir. Rodee mi cuerpo con una toalla blanca para después anudar una en mi cabello para lograr que se secara rápidamente. Abrí el closet, pero gire mi mirada hacia el reloj que se encontraba en la mesa de noche. Las siete diez. Aún tenía veinte minutos para llegar al partido.

-No necesito a Yoko, no necesito a nadie- pensé orgullosa. Volví mi mirada hacia el closet y saque la camiseta del equipo. Era de un color Blanco con celeste y con un par de líneas negras. La gire para ver el gran numero 11 'A. Petropolus'

-Creo que no podrá usarla más- musite en mi interior al mismo tiempo que dejaba caer esta al piso. Tome un suéter blanco con detalle en negro y azul que me quedaba un poco arriba de las rodillas junto con una básica debajo de este y unos tacones en nude. Ya vestida acomode mi cabello. Lo acomode en una coleta baja. El maquillaje como siempre, ligero. Solo que agregue un poco más de delineador negro. Rice mis pestañas y labial rosa. Mire el reloj, siete veinticinco. -Wow Tiempo record-

Tome mi bolso y baje con ligeros brincos las escaleras, llegue a la cocina y les avise a las de limpieza que saldría. De todos modos le dejaría un recado -como siempre- a mi madre para avisarle que salí.

Ahora si tome las llaves de mi auto y salí por la puerta principal. Camine hacia afuera y me encontré con Yoko recargada en su auto. Miraba hacia el piso. Ignore su presencia y camine hacia mi auto, que se encontraba hacia el lado contrario.

-Lo siento- escuche detrás de mí mientras abría la puerta de mi auto. -No quise decir eso- mi estómago se estrujo al escucharla. Era la persona que más apreciaba en el mundo. Era la persona que me hacía sentir querida, apreciada. La única. Y que ella me hablara de ese modo me había herido enormemente.

Me, Myself and I ¦ Adaptación ¦ WenClairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora