Magia antigua (TRADUCCION)

Cap 11. Suéter

Capítulo 11: Suéter

Sans no pudo evitar reírse ante la mirada atónita en la cara del niño que quedó en la estela de Asgore. "Je. No es lo que esperabas, ¿eh, chico?", Bostezó, arrojando los pies sobre la mesa de café. Es cierto que tampoco había sido lo que esperaba, pero había aprendido a rodar con las cosas hace mucho tiempo.

Papyrus sonrió felizmente. "¡ESTO ES MOTIVO DE UNA RECETA ESPECIAL! ¡IRÉ A BUSCAR UNO MUY ESPECIAL! ¡NYEH-JEJEJE!" Corrió a la cocina.

"Podrías decir eso", respondió el niño a Sans, arrastrando los pies, sus alas crujían erráticamente con el movimiento, algunas plumas flotando a su alrededor. Ansiedad, todavía. El niño simplemente no podía deshacerse de él. No es que Sans pudiera culparlo. No podía ser fácil, arrojado a un nuevo mundo, un nuevo cuerpo, una nueva familia, todo en el lapso de unas pocas horas. Y el niño todavía no tenía una camisa puesta. Maldita sea.

Sans se puso de pie, encogiéndose de hombros de mala gana; sosteniéndolo a Harry. "Aquí, chico. póngase esto; Tienes que ser freezin"

El niño parpadeó. "Uh ... ¿seguro? Sorprendentemente, realmente no he sentido demasiado frío, pero, eh, ¿gracias?" Sans guiñó un ojo, y en un instante, la chaqueta estaba de vuelta en su cuerpo. "Bueno, en ese caso ..."

Harry estaba atónito. "uhhh ..."

Sans se rió de su reacción. "Estoy kiddin' contigo, Bud. Simplemente olvidé que no he lavado esta chaqueta en Probs unos meses. No quieres usarlo, confía en mí. oye, Paps? ¿Tienes algo de tus días de huesos de bebé que Harry puede usar?"

Papyrus asomó la cabeza desde la cocina. "¿QUIZÁS MI VIEJO SUÉTER ROJO SERVIRÁ, SANS?"

Sans pensó por un momento. "Podría funcionar" Miró al niño por un momento, analizando la forma del cuerpo del niño. "Es un poco pequeño para eso, pero en cuanto a la altura de los hombros ... pero espera... sus alas ... Paps, tendremos que hacer agujeros para que sus alas salgan. ¿Estás bien con eso?"

"¡PERO, POR SUPUESTO, ¡SANS! ES NUESTRO NUEVO HERMANO, Y COMO SUS HERMANOS MAYORES, HAREMOS LO QUE SEA NECESARIO PARA QUE SE SIENTA BIENVENIDO EN LA FAMILIA, ¡INCLUYENDO DARLE CALOR Y DARLE ROPA!" Papyrus sonaba escandalizado.

"Correcto, pero Papy, ese es tu suéter favorito, estoy seguro de que podemos encontrar algo más que pueda usar", dijo Sans con simpatía.

Papyrus se asomó fuera de la cocina y le dio a Sans una mirada puntiaguda. "SANS. YA NO SOY UN BABYBONES. YA NI SIQUIERA PUEDO USAR EL SUÉTER. ¡ESTARÉ ENCANTADO DE VER A HARRY SER CAPAZ DE USAR MI SUÉTER ROJO UNA VEZ FAVORITO UNA VEZ MÁS!"

Sans se encogió de hombros. "Está bien, está bien. Iré a buscarlo ..." Y si fingía no escuchar el "NYOOH-HOO-HOO'S" de la cocina, bueno, esa era su prerrogativa. Rebuscó en el armario de Papyrus hasta que encontró la caja de suéteres viejos, sacando el viejo rojo, con una sonrisa cariñosa en su rostro mientras recordaba todos los viejos recuerdos ... los buenos que habían reemplazado a los malos ... Se sacudió y casi golpeó su cabeza contra la parte posterior del atasco de la puerta.

Necesitaba seriamente dejar de pensar en eso. No podía cambiar esos tiempos y no había nada que pudiera hacer al respecto. Nada más que seguir adelante y no pensar en ello. ¡Pero siguió pensando en eso! Sans suspiró y salió del armario, agarrando el suéter debajo de sus falanges, con cuidado de no rasgar el material ligeramente descolorido.

Bajó el suéter por las escaleras, se deslizó detrás de las escaleras y entró en el lavadero, agarrando un par de tijeras de su canasta de suministros de costura -a Papyrus ocasionalmente le gustaba intentar tejer por alguna razón- y procedió a llevar los suministros a la sala de estar.