⌗02

560 47 2
                                    

Eran aproximadamente las 8 am, y Reich fue el primero en despertar, se levanto he hizo el desayuno, y por último fue a levantar a su pareja

— Despierta bello durmiente.. –Susurro mientras levemente movía al ruso–

— Mm... –Abrio los ojos lentamente y vio al Alemán sentado al borde de la cama– Buenos días, cielo

— Buenos días, ¿como amaneciste?

— Me duele todo el cuerpo... –Murmuro, para minutos después solo sentarse en la cama, y tratar de estirarse, algo que no pudo al sentir un fuerte dolor en la parte de la cadera– Ahg-...

—  ¿Necesitás algo? Si quieres puedo traerte algo para eso

— No, tranquilo, no necesito nada, ok?

— ... Ok, si te duele más, solo dímelo, y te compraré algo para aliviar el dolor

URSS dio una leve risa, tomó la mejilla del Alemán y procedió a dejarle un beso

—  Te amo, y mucho –Dijo la URSS con una ligera sonrisa–

(...)

— No lo entiendo, ONU... Díces que hago bien mi trabajo, pero sigues pagandome una miseria. –Se quejó la Unión, mientras dirigía su mirada hacia la gran ONU, “SUPUESTAMENTE”  le hiban aumentar aunque sea un poco su sueldo, pero no fue así, al contrario, cada día le pagaban menos, pero siempre lo sobreexplotaban con múltiples papeleos, día y noche, y sin descanso–

— si quieres que suba más tu salario.. tendrás que hacer algo adicional.. –Se acercó al de habla rusa, que retrocedió hasta el punto de quedar contra la puerta de aquella Oficina donde solo ellos dos se encontraban–

— ... No, no pienso hacerlo.. –Nego con su cabeza, una y otra vez, sabía las intenciones de la Organización, no era para nada nuevo que le haya pedido que haga algo adicional, y sí, si había aceptado hacer algo extra, pero lo hizo por su hijo, Alemania, que había enfermado hace meses atrás– Si me permites, tengo cosas más importantes que hacer. –Le dió la espalda a la ONU, abrió la puerta y salió de ahí lo más rápido que pudo, hasta salir del gran edificio y caminar hacia la escuela de sus hijos, este estaba con su respiración algo agitada, por un momento había sentido tanto miedo, tanto miedo que su corazón no dejaba de palpitar de forma rápida. Para calmarse, se detuvo por unos minutos, respiró hondo y siguió con su camino– Todos son iguales, siempre pidiendo sexo, ¿acaso no pueden pedir otra cosa? –Susurro para si mismo, y bajó ligeramente la cabeza, mirando al suelo– ¿En que... En que momento acabará esto? –Sus ojos se notaron algo más cristalinos por las lágrimas, para evitar llorar en ese momento, simplemente trato de secar sus lágrimas, algo que fue inútil, ya que seguían cayendo de sus ojos. “esto se siente una completa mierda” susurro la URSS–

Sentía asco de si mismo.

(...)

— В школе нас многому научили, мама! (Nos enseñaron muchas cosas, mamá!)  –Dijo el pequeño rusia que caminaba junto a su progenitor–

— ¿De verdad? ¿Que les enseñaron? –Pregunto, mientras miraba a sus dos retoños muy felices–

— Sie brachten uns bei, zu addieren, zu lesen und zu basteln!
(Nos enseñaron a sumar, leer y hacer manualidades! )

— Woow.. Que interesante! ¿Que les parece si en casa hacemos manualidades?

— Sii! –Gritaron sumamente emocionados los dos niños–

URSS los miro con una cálida sonrisa, para luego tomarlos de la mano y llevarlos a casa, se preocupaba mucho por sus dos pequeños, se preocupaba por el futuro de los dos, no deseaba que ellos vivieran con la carga de todo lo qué el hizo, de tan solo pensarlo, se sentía mál.

𝙈𝙞 𝙚𝙨𝙥𝙤𝙨𝙤 𝙚𝙨 𝙪𝙣... ¿¡𝙋𝙧𝙤𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙩𝙤?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora