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— ¿Como?... ¿¡De que éstas hablando?! –obviamente al ruso ya se le notaba más exaltado por lo reciente dicho, ¿como es que lo sabía? Se lo diría a Reich? Sentía tanta angustia.. Y miedo, se arrepentía repetidas veces de lo que hizo, y no deseaba que todo su relación que pasó con el alemán se terminará por una muy mala desicion suya–

— Sabés que en cualquier momento podría decírselo a ese... Alemán que tienes como marido.

— No... ¡Te lo pido! Por favor.. ¡No se lo digas!

China guardo silencio durante unos minutos, aún sin apartar su mirada del ruso con una simple sonrisa

— ... Al parecer no quieres irte.. Ja..

Eso fue lo único que dijo, y acorraló al de habla rusa contra la pared, mientras que con una de sus manos la llevaba a la barbilla de este, tomandola con cierta brusquedad para que lo mirara a los ojos

En el caso de la URSS, tenía una mirara más aterrada, nerviosa y asustada. ¿Que mierda me hará ahora? Se preguntaba a si mismo, después con sus dos brazos trato de alejarlo de el, algo que no lo logró, ya que China lo acercó a el, iniciando un beso, un beso forzado

No pasaron siquiera unos minutos, y URSS obtuvó lágrimas en sus ojos

— ¡NO! BASTA!!.. ¡¡Пожалуйста, оставь меня одного ...!! –supllico, y ladeo su cabeza a un lado, evitando que aquel beso siguiera–

— Debiste pensarlo dos veces antes de empezar esta vida.

( . . . )

—Liebe .. Al fin llegás.

— Lamento tardar demasiado.. Tuve un “pequeño” accidente.

— URSS... Te conozco.. Se que no me dices la verdad.. Nunca lo hacés ..

Estaba jodido, ¿que excusa más hiba a decir? Se quedó sin ideas, pero si la tenía o no, reich ya lo sabía, quizás sabía todo lo que alguna vez hizo

— Y.. Yo.... Déjame explicarte..

— ¡No tienes nada que explicar, URSS!

Joder, si lo sabe.

𝙈𝙞 𝙚𝙨𝙥𝙤𝙨𝙤 𝙚𝙨 𝙪𝙣... ¿¡𝙋𝙧𝙤𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙩𝙤?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora