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Inesperado
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La tarde en la casa de los Cullen se desarrolló sin ningún problema, posiblemente lo único que le disgustó era la actitud de Rosalie.
-¿Tocas?.-le preguntó Bella a Alice, quien negó con la cabeza en respuesta.
-Es de Edward… -contesto la pelinegra mientras miraba a Bella.
-Oh, ¿En serio?.-inquirió la castaña con curiosidad, ya que en cierta forma aquel piano le recordaba a Renée.
-Si quieres te puede tocar una pieza - dijo Alice toda emocionada por lo sucediera entre los dos.
-No quiero molestarlo tal vez esté ocupado con algo.-habló Bella, pero Edward bajó de prisa en un abrir y cerrar de ojos.
-Si puedo no tengo nada mejor que hacer… - dijo Edward mientras escuchaba los pensamientos de Alice.
No desaproveches tu oportunidad
Pensó Alice mientras empujaba a su hermano hacía él piano y jalaba de la mano a Bella.
-Puedo…-trato de decir algo ya que ser súcubo era complicado al necesitar energía.
-A Edward le gusta estar en compañía, siéntate te aseguro que a él no le molestara.-la interrumpió Alice.
Bella cerró sus ojos tratando de controlarse pues sus hormonas le jugaban una mala pasada, pues no le ayudaba en nada tener a esa distancia a Edward en ese pequeño banquillo.
