–Deja de pensar en eso
— No puedo, si pudieras concentrarte por lo menos un momento en como lo mira...
–Ya basta– Negué
— ¿Crees que si hubiera sido diferente, vería lo mucho que la quiero?– Juan no dijo una sola palabra, solo siguió desenredando mi cabello con sus dedos.
Miré el oscuro cielo de la noche en la comodidad de las piernas de Juan y me deje llevar por sus relajantes caricias en mi cabeza, mientras cerraba los ojos por el cansancio en mis párpados, para después quedarme dormida con la brisa fría de la noche erizado mi piel.
...
Decir que no estoy nerviosa es mentira. No sé por que dije que si, en realidad.
Abracé un poco más, si eso era posible, mi taza de café en mis manos, casi nunca tomo café, el chocolate caliente es lo mío, pero hoy no y eso es extraño.
Tan extraño como estar sentada en la misma mesa que Felix Duarte.
Todavía podía arrepentirme pero soy demasiado cobarde para poner alguna escusa y salir del café. Nadie decía una sola palabra, el ambiente era tenso e incómodo.Tome otro sorbo de mi café.
–Y bien ¿Cómo están todos?– Juan rompió el silencio.
— Muy bien, de hecho Jos y yo les queríamos proponer ir al centro comercial después de salir de aquí ¿Les parece?
Jos
¿Jos?
Me quedé procesando por largos segundos que se sintieron como horas mientras una extraña sensación se apoderaba de mi pecho.
– Dani
Jos, que apodo tan ridículo, no está de acuerdo a su nombre, debería de ser Felxs o Fel ¿Pero Jos? Ridículo, completamente ridículo. No es siquiera su primer nombre.
– ¡Daniela!
La mano de Sam se movía de arriba a abajo frente a mi cara.
–¿Estás bien?
Salí de mi trance para después entrar en otro al mirarla a los ojos.
Sus ojos cafés.
Podrían ser verdes, azules, negros, pero no.
Son de ese color café que tiene un toque de miel, que con tan solo verlos, te quedas sin palabras para describirlos.
Un café que podrías ver por horas, pero que no se puede ver en cualquier lugar o demasiadas vecesOjalá pudiera ser así, verla las veces que fuera posibles, un café igual de único que ella, que a pesar de que no me gusta el café, el suyo me encanta.
Tronó los dedos y volví a la realidad.
– ¿Te sientes bien?
— Sí, me distraje con algo, lo siento.
–Y bien ¿Vamos?
— ¿A dónde?– la miré confundia.
– ¡Al centro comercial! ¿Segura que te sientes bien?– Asentí.
— Ah, sí, vamos.– Me arrepentí de decir eso al segundo que salió de mi boca.
–Muy bien, entonces tú termina tu Café y Juan su chocolate y nos vamos– Miré a Juan que me veía aún confundido.
...
– Prometo que se lo diré.
— Claro que no. ¿Acaso eres idiota?
No sé por qué lo pregunto si ya sé la respuesta. – Reí tratando de ignorar las ganas de partirle la cara sin importar estar frente a todas las personas de la tienda– eres su amigo y te gusta su novio.
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I wish I was him
FanfictionÉl te tiene hipnotizada, desearía ser él. Inspirada en la canción Heather de Conan gray