Voces Silenciosas

Descenso

Como todos los días la única constante es despertar enmedio de gritos ya sean propios o externos que nos recuerdan en el espiral de sufrimiento y crueldad al que nos han arrastrado; tras tanto tiempo finalmente llegué a encontrar un punto de paz que va convirtiendo todo mi sufrimiento en un sentimiento cálido que se aloja en lo más profundo de mi pecho, quien diría que los brazos de Kanata fueran tan cálidos. Pero más allá de mi eden puede ver esos ojos, un constante recordatorio de las reglas de este infierno que dictan que los únicos momentos de paz que puedes llegar a tener es cuando buscas olvidar con desesperación.

Para Rin ver esos ojos que la veían desde fuera de la celda, con gran fascinación y en completa quietud la fue sumergiéndo en un completo terror, pero al verse descubierta daría una perturbadora sonrisa casi como si estuviera diciendo, "Me alegró que fueras la primera en despertar".

Rin: ¿Por qué?, ¿Otra vez estoy soñando? <Diría aterrada al borde de las lágrimas>.

- Kanata... ¡Kanata... Por favor despierta... ¡Te lo suplico despierta... <Diría en un débil susurró>.

...: Vamos niña, ¿Qué esperas matalos? <Diría una inquietante voz>.

Rin : Yo, jamás...

...: No me decepciones... ¿Qué esperas?... ¿Qué esperas?.

Rin: No quiero... No puedo... (Retrocediendo lentamente), ...Kanata despierta, por favor... <Suplicaría en un tono bajó>.

...: Acércate, tengo dulces... Una niña en crecimiento necesita comer cosas ricas debes en cuando... Ven vamos, (Extendiendo y abriendo su puño dejando ver un puñado de chocolates), son muy ricos...

Rin: Quien sea, por favor despierten <Diría casi susurrando>.

...: Dime, ¿Me quieres enojar?, ¿Quieres que castigue a tus compañeros por ser amigos de alguien tan maleducada?, ¿Eso quieres? <Diría casi en un tono risueño al final>.

Rin: No... <Diría aterrada>.

...: Ven y toma los dulces, o yo tendré que dártelos y darles un tratamiento especial antes de que copien tu falta de educación.

Rin: Por favor... No te enojes...

Enmedio de un mar de lágrimas se fue acercando dónde aquella mirada cada vez se volvía más intensa y llenando de deseó; en cambio Rin podía sentir como cada paso hacia el aire no dejaba de ser más denso, al grado que cuando llegó a estar de frente apenas podía respirar.

Temblando a más no poder intentaría tomar un chocolate pero cuando llegó a sujetar uno, sentiría como era estrellada en contra de los barrotes llegando a vislumbrar una silueta carente de género, con la piel pálida y la carencia de labios..

...: ¡¿Dime niña sabes por qué estoy tan enfermo?! <Diría de forma amenazante con una voz perturbadora>.

Rin: No... Por favor no me hagas daño <Diría suplicante>.

...: ¿Me dices que hacer? <Diría con entusiasmo>.

Rin: No, (Estando tan asustada terminaría por orinarse encima), jamás podría... Por favor perdóneme, por ser maleducada <Diría angustiada>.