Voces Silenciosas

Mentiras y Verdades parte 1

Rin lentamente iría abriendo los ojos enmedio de una lucha interna entre la inconsciencia y la conciencia, inmersa en un estado de confusión lentamente iría despertando gracias a la ayuda de diferentes estímulos desde una variedad de inciensos, los constantes balbuceos de Kanata que poco a poco alcanzaría a ver durmiendo en una silla que se encontraba al borde de su cama, al igual llegaría a ver que a lo lejos había diferentes libreros repletos al igual diferentes muebles propios para un boticario, pero el crujir de una puerta bastó para sacarla de su estado de confusión y llevarla a uno de preocupación.

Bajando por las escaleras se llegaría a ver una chica con la casi misma edad de Rin, sujetando su cabello con par de coletas,  con una tez pálida que hacia evidente un prolongando aislamiento, obstante lo que más llamaba su atención no era su uniforme modificado que buscaba un punto medio entré el de una enfermera y un soldado debajo de una bata blanca si no que era una cicatriz que extendía por la comisura de sus labios formando una amplía sonrisa y otras 2 más pequeñas que se encontraban por debajo de sus ojos como si fueran lágrimas; Al ver a Rin despierta con pasó firmé y constante se apresuró para estar a su lado, “Veo que ya estas despierta”, diría la chica con total tranquilidad para después sentarse en un costado de la cama.

...: Antes de que lo preguntes te desmayaste y son más o menos las 10 de la mañana <Diría la enfermera con total calma y distante>.

Rin: ¿Como pasó? <Diría confundida>.

...: Caiste inconsciente, supongo que se debe a una mezcla de estrés y ansiedad intensa.

Rin: ¡Espera! <Dirá exaltada>.

...: No te preocupes tienes el día libre, ya lo arregle.

Rin: …Gracias… <Diría confundida>.

- Pero, ¿Quién eres?.

...: En terminos simples soy la enfermera de la mansión, si tienes hambre alguien bajará en cualquier momento con algo que desayunar, aunque ya es tarde <Diría con enfado al final>.

Rin: ...Gracias...  <Diría con duda>.

...: ¿Necesitas algún analgésico? <Diría la enfermera mostrando un poco de preocupación>.

Rin: No... Pero, ¿me podrías decir tu nombre?.

...: No busco ser tu amiga, si buscas una forma de decirme dime enfermera o doctora pero ten en cuenta que lo único que me interesa es tu estado físico <Diría de forma cortante>.

Rin: Entiendo...

Tras unos incómodos segundos en completo silencio escucharían como la puerta era abierta abruptamente dando paso 2 personas que estarían bajando por las escaleras; “Al fin llegan”, la enfermera diría de forma monótona pero dejando en claro su molestia, en cambio Rin llegó a dar una amplía sonrisa al ver como Makoto y Ichigo llegaban a su lado cargando cada uno con dos charolas dónde en cada una había un tazón de diferentes frutas picadas, un vaso grande de jugo de naranja y diferentes sandwiches llenos de frutas; Como si fuera un susurró de la misma forma monótona pero irritada la enfermera declaró, “Incompetentes, llegan tardé”; un indignado como desafiante Ichigo le respondería sin más, “No molestes y mejor aprende a cuidar de ti misma”; la enfermera con una vena marcada en su frente le respondería llena de desprecio, “Recuerda tu lugar, no sabes el riesgo que significa desafiarme”: pero al ver como era dejada de lado mientras que toda la atención iba hacía Rin que sonreía radiantemente su desprecio no hizo más que crecer.

30 minutos después

Sentado desde lo que sería una pequeña terraza Ichigo estaría sosteniendo un cigarrillo deseando que desde la misma forma que el viento se lleva el humo hiciera lo mismo con sus palabras para que estos tarde o temprano llegarán hasta su hermano, pero al observar como el cielo era iluminado por los diferentes relámpagos no pudo evitar preguntarse en voz alta, “¿Aún puedo salvarte?, ¿O ya es demasiado tarde?”; como si se tratara de una señal saliendo de las sombras saldría Makoto que con pasó suave se pondría casi a aún costado de Ichigo, “¿Así que aquí es donde estuviste todo este tiempo?”, diría sin algún apice de emoción en su voz.