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—Ya tardó mucho—, le susurró Minho a su pareja, a lo que éste asintió, algo andaba mal y eso era seguro.

—¿Por qué susurran? ¿Saben que los puedo oír?—, agregó Felix mirando sin ninguna expresión a los amigos de su novio.

—Lo siento—,se disculparon ambos al mismo tiempo. Minho tomó su teléfono para llamar a su mejor amigo y localizarlo. Pasaron un par de minutos esperando e intentando que el contrario respondiera, aunque fallaron los primeros intentos.

Minho, ya voy para allá, el perrito estaba muy mal, y deje mi teléfono dentro del carro, siento no haber respondido antes. Ya estamos en camino con mamá, dile a Felix que iré por él—, hablaba mientras conducía, tenía la llamada en altavoz, quedó unos minutos en silencio—El perrito se quedará en el veterinario hasta mañana, necesitan hacerle varios exámenes, después quiero adoptarlo con Felix y...

¡Mira al frente, Hyunjin!—, se escuchó a la madre de Hwang gritar, la bocina de un trailer sonó con fuerza, Felix se alteró y tomó el teléfono entre sus manos, solo había silencio. Sus manos comenzaron a temblar, Jisung lo abrazó y Minho quitó el teléfono de sus manos.

—Tranquilo—, susurró Jisung, más sus palabras no hicieron ningún efecto—Minho irá a buscarlo—, susurró de nuevo, Felix solo asintió. Después de todo, Hyung estaría bien, ¿cierto?... ¿Cierto?

—¿Dónde podrían estar?—, se preguntó Minho a sí mismo.

—Dijo que estaba cerca...

—¡Iré a recorrer las avenidas! Les aviso si lo encuentro.

Minho salió de casa con rapidez, subió a su auto y arrancó. La casa quedo en silencio, Felix no hablaba, solo se dedicaba a mirar su teléfono. No veía vídeos y eso Jisung lo tenía claro. Se acercó cuidadosamente por la parte de atrás, y pudo ver que Felix estaba observando fijamente su fondo de pantalla, una foto de Hyunjin. Aquello le hizo tener ganas de llorar.

El pequeño observaba atento la imagen, detallando el rostro de su amado, sin notar la presencia de Jisung detrás de él.

Pasó al rededor de media hora, y Minho no llamaba, lo que comenzó a preocupar a Jisung, hasta que su teléfono sonó.

—Lo encontré—, susurró, su voz estaba rota. Y al sirena policíaca de fondo solo le hacía tener más miedo.

—¿Está bien?

—Están arrestando al trailero por asesinar a una persona y herir de gravedad a otra...—, susurró nuevamente, por el tono que usó, Jisung dedujo el resto, y miró con tristeza a Felix, quien no estaba enterado de nada.

—¿Quién de los dos está herido de gravedad?—, aquello logró hacer al menor girar su rostro, mirando con atención al mayor hablar por teléfono.

—Su madre—, habló con un tono de voz frío, provocándole un escalofrío a Jisung, Felix frunció el ceño y tomó aquel teléfono.

—¿Dónde está Hyung? ¿Estás con él? ¿Puedo hablarle?—, preguntaba con rapidez, mientras el medio corría por sus venas. Aún sin entender bien lo que pasaba.

—Felix... Él...—, un nudo se formó en su garganta, quería hablar, más las palabras simplemente no salían, atinó a quedarse callado.

—¿¡Él qué!?—, gritó, sentía que no lo tomaban en serio y no le querían compartir la información de su amado.

Jisung colgó la llamada y abrazó con fuerza a Felix, éste intentaba alejarse, más el mayor no lo permitió.

—Toma tus cosas, iremos a ver a Hyunjin—, habló calmado, tratando de no hacer notar su tristeza y nervios.

Felix tomó su teléfono, su pequeño jugo, y miró a Jisung, el asintió y abrió la puerta para caminar al carro. Ambos entraron en el vehículo y en menos de dos minutos estaban en caminó al hospital.

Minho seguía a la ambulancia con prisa, ahí viajaba su mejor amigo. Debatiéndose entre la vida y la muerte, mientras trataban de reanimarlo.

Jisung estacionó su auto, ambos bajaron y entraron con rapidez, después de investigar por un par de minutos, encontraron la sala de operaciones, dónde estaba Hyunjin, ahí afuera había una pequeña sala de espera, donde Minho estaba sentado, los dos se sentaron a un lado de éste, mientras Jisung y Minho hablaban entre susurros, Felix se dedicaba a esperar. No tenía que tener miedo, Hyunjin prometió volver.

Comenzó a cantar la misma dulce canción. Esperando a que el mayor apareciera con una sonrisa y dijera que todo era una mala broma.

—"Estrellita, ¿dónde estás?"—, comenzó, al ver que él no salía, siguió cantando—"¿en el cielo o en el mar?"—, siguió sin recibir respuestas, Minho bajó su vista con los ojos llenos de lágrimas tratando de disimular, Jisung imitó la acción—¿Por qué Hyung no responde?—, preguntó con inocencia.

Cuando uno de los mayores estaba por responder a esa pregunta, llega el doctor pidiendo hablar con Minho.

—Lo siento mucho, hicimos lo que pudimos, no logramos salvar al joven chico—, se lamentó el doctor, sin más qué decir, salió de ahí dejando al joven con el corazón roto. Minho se giró a ver a Jisung, éste comprendió, y la mirada de ambos se deslizó a Felix, quien movía ambos pies de un lado a otro jugando.

—Felix—, habló Minho captando su atención.

—¿Mande?

—Hyunjin ya no volverá, ¿sí?—, más que pregunta, fue una afirmación, ya que no encontraba las palabras correctas o indicadas para decirle a Felix que el amor de su vida había fallecido.

—No, ¿qué dices? ¡Él dijo que volvería e iríamos a comprar un pastel!—, bufo. ¿Cómo se atrevían?

—Felix, Hyunjin jamás volverá, él se fue...—, susurró Jisung esta vez, mientras acariciaba la espalda del menor.

—¡Cállate!—, gritó Felix cubriendo sus oídos—¡Él volverá!—, gritó de nuevo.

—¡Felix! ¡Hyunjin ya no está!—, gritó Minho sintiendo el dolor expandirse por su cuerpo.

Felix se levantó de la silla, y comenzó a correr lejos. Mientras gritaba que todos se callaran, mientras gritaba que él volvería. La gente lo miraba con lástima, aquello le enojó aún más

—¡Él volverá!—, gritó de nuevo, ahora fuera del hospital. Caminó con lentitud a un árbol cercano, y de dejo caer en las raíces, recargando su cabeza en el tronco—Él lo prometió—, susurró para sí mismo.

Comenzó a mirar al cielo, sabía que Hyunjin había muerto, los había escuchado hablar. Pero no quería aceptarlo. Ese chico no podía morir.

Escuchó la voz de Jisung gritar su nombre.

Distante, él solo se dedicó a recordar el rostro de Hyunjin, mientras que acariciaba una pulsera que reposaba en su muñeca, miro al cielo sintiendo una extraña sensación de estar en casa, sintiendo la presencia de quién ya se había ido.

Cerró sus ojos con delicadeza, podía verlo, como si fuera real, veía a Hyunjin correr a él para abrazarlo, mientras que le pedía perdón por jugarle una broma de mal gusto. Pero al abrirlos, cayó de nuevo en la realidad, él ya no estaba. Sintió a alguien sentarse a su lado, al girar su rostro, pudo ver a Jisung, con su vista perdida.

—¿Quieres ir a darle un último adiós?—, preguntó con suavidad, a lo que Felix asintió. Ambos se levantaron del suelo y comenzaron a caminar dentro del hospital. A cada paso que daba, la sensación de que algo le faltaba se hacía más grande, cada que entraba un poco más al hospital, la tristeza lo invadía un poco más.

Entró al cuarto en dónde reposaba el cuerpo inconsciente de Hyunjin y se acercó a él, importandole poco todo, se subió a la camilla, recostó su cabeza en el pecho de Hyunjin y tomó una de las manos de éste, la subió a su cabello y comenzó a imaginar que éste le daba caricias. Aquello solo lo hizo sentir aún peor.

—Adiós—, susurró sintiendo las lágrimas caer, mientras aún imaginaba que Hwang acariciaba su cabello.

Y el destino dijo, te encontrará, se enamorará de ti, y tú de él, se amarán, y algo malo a él le pasará.

Estrellita ¿Dónde estás? | HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora