Capitulo 1

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—Por favor, será la última vez, prometo que conseguiré alguien que vaya por la niña—. Decía una mujer alta, hermosa y elegante por el teléfono. —Muchas gracias, Shiro te debo una—.

Choi Yujin era una mujer super ocupada y muy enfocada en su trabajo.

Se encontraba en una junta así bien importante con su jefe. —Entonces, ¿Puedes con el puesto? Consumirá aún más de tu tiempo—. Preguntó el hombre.

—¿Me pagarán más?—.

—Por supuesto—.

—Entonces si—.

Yujin pasaba de trabajo tras trabajo desde que nació su hija, como era madre adolescente, con estudios que llegaban hasta la prepa, se puso vergas y se puso a trabajar en lo que se encontrará.

Choi había sido albañil, vendedora de zapatos por catálogo, hasta puso un puesto de chicharrones y mientras buscaba más y más trabajos también seguía estudiando, como una buena mamá luchona.

El wey que la había embarazado cuando se enteró de la noticia se fugó a los estados unidos y jamás volvió a saber de él.

Pero eso sí, Yujin jamás estuvo sola, siempre tuvo el apoyo de su familia y amigos, sobretodo la tía Mashiro que era una de las mejores amigas de Yujin mientras aún estaba en la prepa.

—Tia Shiro, ¿Cuándo vendrá mamá a comer con nosotras?—.

Era la hora de la comida, Yeseo recién regresaba de la secundaria, como era niña fresita aún iban por ella a la salida. Su tía le había hecho el almuerzo.

—Ay mija, no quiero darte esperanzas. Tu mami está muy ocupada en el trabajo, ella solo quiere darte lo mejor, todo lo que hace lo hace por ti—. Respondió la japonesa mientras le servía un plato de mole a la menor.

La menor suspiró y ambas empezaron a comer.

Cuando Doña Yujin llegó de trabajar ya eran las dos de la mañana, abrió la puerta y entró a su casa encontrándose con su amiguibi la Shiro, estaba leyendo un libro en la sala de estar.

—¿Sigues aquí?—. Preguntó la mayor. —Creí que te habías ido—.

—Yeseo está muy triste, no pasas nada de tiempo con ella—. Le respondió mientras veía como la otra se quitaba los zapatos.

—Ya me has dicho eso muchas veces, trabajo tanto para darle una buena vida—.

—Deberías dejar de enfocarte tanto en eso, está creciendo sin una madre. Ella no necesita todo lo que le compras, necesita amor, atención porque luego va andar buscándola en gente que ni al caso—.

La japonesa volteó a ver a su amiga y ya estaba bien agusto dormida en el sofá aún con la ropa del trabajo.

—Ay Diosito,
eliminame o iluminame—.

Y así pasaban semanas y semanas, a la hora de la comida Yujin acostumbraba a ir a comprar unos hotdogs al Oxxo cerca de su trabajo.

—Buenas tardes, eres nueva ¿No?—

Preguntó cuando entró al establecimiento y vio que había una nueva cajera que nunca había visto.

La contraria asintió algo tímida.

Me enamoré de la cajera del Oxxo |Xiaoting x Yujin| •Kep1er•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora